El salto tecnológico en el que está inmersa la ciudad de Málaga en los últimos años tiene en Vodafone y su centro de I+D+i (Vodafone Innovation Hub) uno de sus grandes referentes. El desembarco de la multinacional es ejemplo fiel de la transformación del modelo productivo de la capital de la Costa del Sol.
El peso de este complejo sigue creciendo desde la puesta de la primera semilla, hasta el punto de que será este lunes cuando alcanzará los 1.000 empleados. Así lo ha anunciado este viernes Jesús Amores, director del Centro de Innovación de Vodafone en Málaga, en el marco del III Foro de Educación, Innovación y Tecnología.
Amores ha puesto en valor el hecho de que desde estas instalaciones se crean soluciones y productos centrados en el sector de las empresas, "desde las micropymes hasta la mediana y la gran corporación" "Llevamos las tecnologías desde España y Málaga a todo el mundo; desde aquí diseñamos las nuevas tecnologías que se ofrecen a nuestros clientes", ha subrayado.
"El principal objetivo como empresa es llegar a los clientes lo más rápido posible; comprobamos que el ciclo de vida de un producto era demasiado largo, pero con el centro en Málaga hemos reducido un 30% el tiempo que pasa entre el diseño del producto y el momento en que lo llevamos al mercado", valora.
En un desglose de algunos de los proyectos en los que trabaja actualmente el Vodafone Innovation Hub, ha mencionado los avances en IOT, buscando mejorar la conectividad con un contador de agua o de gas, abriendo la puerta a extraer información de estos dispositivos y generar automatismos… "Esto lo usamos en proyectos como en el Canal Isabel II de Madrid para reducir pérdidas de agua o en la agricultura, para optimizar el consumo o digitalizando hospitales", ha explicado.
A su juicio, el proyecto de Vodafone "significa para la ciudad, Andalucía y España una posibilidad de atraer talento altamente cualificado y crear trabajo, carreras profesionales con gran proyección".
Para dimensionar este aspecto, ha apuntado que el 10% de la plantilla del centro en Málaga son españolas o malagueñas "que hemos recuperado y que tras conocer el proyecto han decidido regresar a su tierra y aportar su experiencia". El millar de operarios da cabida a 42 nacionalidades, detalle fiel de la “diversidad” del centro.
Amores ha subrayado la importancia de que las nuevas generaciones profundicen en su nivel de inglés para poder afrontar los retos. "Si queremos darle oportunidades a esos chicos el inglés es fundamental; es verdad que ha subido, pero queda mucho trabajo que hacer; quiero que esas nuevas generaciones lideren esas grandes corporaciones", remarca.