El presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, ha asegurado en la mañana de este jueves que "el nuevo Vivan las cadenas de la política española es el Vivan los impuestos", en referencia a aquellos que "quieren que estemos felices porque nos suban los impuestos". Desde su perspectiva, se trata de un debate "entre dependencia y libertad", al igual que en los tiempos de Fernando VII era "entre absolutismo y liberalismo".
Así lo ha afirmado Ramírez en el saludo y bienvenida al foro organizado por EL ESPAÑOL Málaga en la vanguardia del talento: educación, innovación y tecnología. El desafío de la formación, celebrado este jueves y viernes en la ciudad andaluza. El también director de este periódico ha defendido que Málaga "ya está jugando en la liga de cuál va a ser la gran capital mediterránea en las próximas décadas".
"A un impuesto lo llaman de la solidaridad, cuando es un impuesto confiscatorio que castiga el ahorro y el esfuerzo de toda una vida", ha argumentado el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, que ha celebrado que la Junta de Andalucía "ha marcado el debate por primera vez con la cuestión de la fiscalidad".
Durante su intervención, Pedro J. ha hecho una analogía entre el momento actual y el trienio liberal, cuando en Málaga el general liberal José María de Torrijos y sus hombres eran asesinados por la defensa de sus valores mientras otros gritaban "Vivan las cadenas" en honor al rey absolutista Fernando VII.
"Siempre que vengo a Málaga en mi corazón liberal resuena el recuerdo del fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en la playa de San Andrés", ha rememorado Ramírez, que ha expresado su deseo de que la Junta de Andalucía conmemora profusamente el segundo centenario del fin del trienio liberal el año que viene: "Hay algunas cosas de las que sucedieron entonces que nos acercan a la actualidad, aunque solo sea por la vía del contraste".
El presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL ha loado el "repudio a la ignominia" que representa la venda que lleva uno de los compañeros del general liberal en el cuadro de Antonio Gisbert Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga.
Según ha señalado, "también el absolutismo invocaba el bien común", igual que hoy se hace para justificar la presión fiscal: "No es una cuestión de izquierdas o derechas, sino del Estado como protector de todos nosotros o como impulsor del libre albedrío en todos los aspectos de la vida".
"¿Qué ven hoy las playas de Málaga, después de casi medio siglo de monarquía constitucional y el próspero periodo liderado por un constitucional como el alcalde Paco de la Torre?", se ha preguntado Pedro J., que ha destacado que ahora es una "gran capital".
El presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL ha indicado que hoy se ven "infraestructuras y mecanismos de comunicación", entre las que ha destacado la pujanza del tercer aeropuerto de la Península Ibérica, la conexión en AVE con Madrid o el retomado vuelo directo a Nueva York; el puerto "convertido en un lugar de encuentro, de sociabilidad y ocio", o el auge cultural, con grandes museos, el Teatro del Soho de Antonio Banderas o el Festival de Cine. "Y todo rodeado de campos de golf", ha culminado.
"Málaga no es una ciudad que compita por el liderazgo de Andalucía Oriental, o con Sevilla por ser la capital de Andalucía. Málaga ya está jugando en la liga de cuál va a ser la gran capital mediterránea en las próximas décadas. Mientras Valencia y Barcelona sigan incurriendo en los errores del populismo, la pujanza por contraste de Málaga será todavía mayor", ha sostenido Pedro J. Ramírez, que ha enumerado varios de los ejemplos de la pujanza empresarial y tecnológica de la ciudad.
Desde su perspectiva, "Málaga es una ciudad cuya autoestima está justificada", y debe "luchar el año que viene" por el "proyecto inmediato" de organizar la Exposición Internacional de 2027: "Crucemos los dedos".
"Todos estamos orgullosos de lo que estáis haciendo aquí. Ahora el gran desafío es que Málaga sea referencia para Andalucía y Andalucía lo sea para España", ha subrayado Pedro J., que ha asegurado que Torrijos y sus compañeros "se sentirían orgullosos".
Además, el general liberal y sus camaradas "se encontrarían que en la ciudad y en la provincia hay un periódico, que se llama EL ESPAÑOL, que defiende los mismos valores que El Español Constitucional que leían Torrijos y sus compañeros en Londres".
"Las costas de Málaga los vieron, cual sol de gloria en desdichado día", ha culminado Ramírez citando los versos de José de Espronceda: "El mundo está lleno de desdichas, pero que Málaga y Andalucía aparezcan luminosamente como una referencia de esperanza puede contribuir también a que los días venideros sean menos desdichados"