La energética Repsol tiene claro que el futuro es la sostenibilidad. "Estamos trabajando en la Repsol del futuro con un objetivo claro: la descarbonización en sectores tan difíciles como la aviación, el transporte marítimo y el transporte pesado por carretera", ha dicho Carolina Ibáñez, gerente de Desarrollo Ambiental de Repsol, durante el Foro Económico Español 'La Galicia que viene', que organizan EL ESPAÑOL, Invertia, Quincemil y Treintayseis.

"Estamos presentes en toda la cadena de valor del sector energético, desde las materias primas o la generación de energía, como nuestros parques renovables, hasta la fabricación de productos finales", explica la responsable de la energética.

Repsol ofrece al mercado "desde los combustibles tradicionales hasta los más sostenibles, también comercializa gas, electricidad 100% renovable, fabrica asfalto, lubricantes para vehículos... la lista es muy larga", añade.

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Pero la "Repsol del futuro sobre todo está haciendo productos más sostenibles, está en nuestro ADN". 

"Este año 2022 nos hemos propuesto cumplir 20 objetivos que están alineados con los objetivos ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y estamos dispuestos a cumplirlos". Una transformación de conceptos globales en metas concretas.

Multienergética

Si hace unos años la oferta de productos del sector de la energía era muy limitada, el desarrollo y los adelantos tecnológicos han hecho que el horizonte se haya ampliado mucho. 

"Nosotros no apostamos por una sola tecnología, estamos dispuestos a desarrollar cualquiera que sea sostenible y cualquiera que esté por venir y que todavía no conozcamos".

Pero también invierte en eficiencia energética. "En nuestros complejos industriales hemos apostado por reducir al máximo el consumo de energía para nuestros procesos de producción, y en un futuro próximo incluiremos el hidrógeno renovable. Vamos a trabajar con combustibles alternativos que podrán abastecerse de energía de nuestros parques eólicos y fotovoltaicos, un sector en el que vamos a seguir creciendo".

"Vamos a poder descarbonizar sectores que hasta ahora no estaba resuelto todavía como aviones, transporte marítimo y transporte pesado por carretera con combustibles alternativos, porque la electrificación está lejos de ser una realidad. Sobre todo en aviación", ha puntualizado.

Aliarse, clave en economía circular

"Las alianzas son clave para desarrollar la economía circular, necesitamos ir de la mano de nuestros proveedores y de nuestros clientes. Se lo pedimos y nos lo demandan. Si no te alías con tu cliente para hacer las cosas más sostenibles, la transición va a ser mucho más lenta".

"Pero a mí también me gusta decir que es tema de la sociedad, y de los inversores. En Repsol, el 40% de nuestro accionariado institucional se declara ASG (ambiental, social y gobernanza) y nos miran con lupa todo lo que estamos haciendo".

Y para demostrarlo, Carolina Ibáñez ha puesto como modelo el complejo industrial de Repsol en A Coruña. "Ya han empezado su transformación, ya se está procesando biodiésel a partir de aceites usados, y también es una realidad en todos los centros". 

Otro ejemplo, la de Cartagena. "La economía circular es la palanca para la transformación. En 2017 el Gobierno lanzó el pacto por la economía circular y desde entonces estamos avanzando y analizando en todos los negocios de la compañía cómo se podía empezar a trabajar".

Y de hecho, "ya tenemos 270 proyectos circulares encima de la mesa, más de 220 alianzas estratégicas y crear nuevos centros de trabajo". 

Ibáñez ha recordado que Repsol fue la primera compañía del sector en anunciar su objetivo de alcanzar las cero emisiones netas para 2050. "Queremos reducir el CO2 en unos 900.000 toneladas anuales, y nos hemos marcado hitos intermedios con la mejora de los proyectos de biorefinerías que tenemos por toda España", ha concluido.