Visibilizar necesidades, luchar contra la desigualdad social y ayudar a los más desfavorecidos desde la cooperación, son los principales retos de las fundaciones gallegas y así lo han confirmado las representantes de algunas de ellas en la mesa redonda 'Fundaciones y su impacto en la sociedad gallega'. Este debate se ha desarrollado en el Foro Económico Español La Galicia que viene organizado por EL ESPAÑOL, Invertia, Quincemil y Treintayseis.
Han intervenido la directora general de la Fundación Meniños, Mónica Permuy; la gerente de la Fundación ENKI, Carmen Touza; la presidenta de la Fundación Adcai, Laura Fernández; la directora de Comunicación de la Fundación María José Jove, Belén Rey y la directora general de la Fundación San Rafael, Dolores Estrada. Todas ellas moderadas por la concejala de Deportes del Concello de A Coruña, Mónica Martínez. Todas ellas han coincidido en el relevante papel de las fundaciones para ayudar a paliar los efectos de la pandemia y han subrayado "la cantidad de mecenas de A Coruña que se desconocen", además de dejar claro que "la ola de solidaridad va intrínseca al carácter gallego".
Desde la Fundación San Rafael se ha trasladado que abarcan desde niños hasta adultos poniendo en valor que "si una enfermedad de por sí es dura, lo es más para familias sin recursos a las que golpea doblemente", a la vez que se criticó "la inequidad que se vive en la sociedad actual". La representante de la Fundación María José Jove, quiso poner el foco en que "en los últimos 15 años en España las fundaciones ocupan el espacio de organismos semipúblicos como las obras sociales de las cajas" y señaló en Galicia ejemplos claros sobre todo en el sur e interior de la comunidad "donde las cajas tenían un papel fundamental y desaparecieron por las fusiones bancarias sobre todo".
Touza, de Fundación ENKI, destacó en esta línea que las fundaciones son "entidades pequeñas cerca de la sociedad con la posibilidad de reaccionar rápido y ágilmente dependiendo de la situación en la que se encuentren", sobre lo que matizó que "este aspecto les definió en la pandemia". "Los usuarios son nuestro día a día y los tiempos de reacción deben ser muy rápidos", matizó. "Hay que profesionalizarnos y trabajar en red para crear sinergias y dar pasos hacia delante", defendió.
Permuy, de la Fundación Meniños, argumentó que "el derecho a fundación está recogido en el artículo 34 de la Constitución y que es un síntoma del desarrollo democrático de un país". "Las fundaciones nacen de la sensibilidad individual y colectiva para anticiparse a problemas emergentes y no solo para cubrir necesidades", aseguró, al mismo tiempo que aportó el dato clave de que en España existe la Asociación Española de Fundaciones, que reúne a todas las del territorio, además que desde 2008 a 2019 estas organizaciones pasaron de trabajar con 17 millones de personas a llegar a 43 millones.
Sobre la labor de la fundación, explicó que trabajan con infancia en dificultad social, a quienes se refirió como "la parte más vulnerable de la sociedad" y concretó que "una sociedad no avanza si no avanzamos todos en ella". "Lo que una persona llega a ser en su vida depende de las oportunidades que tiene en su infancia, de ahí se gesta todo", expuso, mientras criticó que "parece que a veces existen barreras entre fundaciones, administración y empresas como si fueran cosas diferentes enfocadas a sociedades distintas, cuando todos reman en la misma dirección hacia una sociedad que es la única que existe" e hizo un llamamiento a "la colaboración y crear una red entre fundaciones".
La última en tomar la palabra fue Laura Fernández, de la Fundación Adcai, que hizo a los asistentes partícipes de su experiencia vital como madre de una niña con daño cerebral adquirido. Una situación complicada en la que destacó la importancia fundamental del "tratamiento multidisciplinar y precoz". Sobre la labor que desarrollan, aclaró que " se orientan a suplir las dificultades socio-económicas para familias vulnerables y crear un espacio de convivencia para ellos, que se encuentran en estado de shock por la situación que están viviendo", afirmó, al mismo tiempo que pidió "visibilizar las necesidades para que la gente que quiera ayudar sepa donde hacerlo".
Fondos europeos
Las cinco mujeres que intervinieron en la mesa coincidieron en la necesidad de mejora de la burocracia en cuanto a los fondos europeos y han criticado "herramientas de ejecución poco ágiles y eficaces que se canalizan muchas veces a través de subvenciones que quedan lejos del día a día de las fundaciones".
Desde Fundación San Rafael hicieron hincapié en que "las fundaciones sin dinero no funcionan" y sobre los Next Generation apuntó que "son una oportunidad única", a la vez que opinó que "hay nichos de oportunidades dentro de las fundaciones para crear cosas nuevas". Acerca del impacto de estas organizaciones en los territorios, las cinco ponentes argumentaron que "esto no depende de si son fundaciones grandes o pequeñas, sino en la confianza y la sostenibilidad en las soluciones".
Sobre los retos que marcan los fondos europeos, las fundaciones trasladaron que la clave es "convencer de que se pueden hacer cosas para transformar la vida de la gente y tener ideas para solucionar las dificultades", un campo en el que informaron de que en España actualmente hay 50.000 niños en el sistema de protección "y multitud de familias que son recuperables para que los niños se creen en ellas".
Asimismo, manifestaron que "la sociedad española es solidaria" y destacaron el aumento de donaciones y entidades sociales en los últimos años en Galicia y a nivel nacional, en un país en el que el 70% de las fundaciones están dedicadas a la cultura, educación, ocio e investigación y un 9% en el ámbito social. "No hay un equilibrio", defendieron, a la vez que llamaron a incrementar este porcentaje con el esfuerzo de todos.