La biotecnología es uno de los sectores estratégicos que están adquiriendo una mayor importancia en Galicia. Este ámbito se encuentra muy vinculado al sector forestal, a la industria pesquera, a la alimentaria e incluso a la biomedicina. Por eso, cada vez se desarrollan un mayor número de iniciativas, existe una mayor inversión en proyectos de I+D que, a su vez, están adquiriendo una gran relevancia en el ámbito nacional e incluso internacional.
Así quedó patente durante la segunda jornada del II Foro Económico Español 'La Galicia que viene', celebrado en PALEXACO, en A Coruña, donde tuvo lugar una mesa titulada El liderazgo gallego en biotecnología, en la que se evidenció el potencial que están adquiriendo las empresas biotecnológicas de la comunidad y se alumbraron los retos que se intuyen en el horizonte.
La primera en tomar la palabra fue Tatiana López, CEO de Nanogap, una compañía que se ha convertido en referente en nanotecnología a nivel mundial y donde desarrollan aplicaciones terapéuticas para la cura del cáncer. "El principal reto al que nos hemos tenido que enfrentar es la financiación. Hay otros en comunicación o regulación, pero el que más nos ha preocupado en el crecimiento de la compañía es el de la financiación", reconoció López.
Los desarrollos nanotecnológicos requieren de mucho tiempo y, por ende, de "financieros" que estén dispuestos a asumir riesgos muy tempranos debido a que la aplicación de esta nanotecnología no está aún demostrada y su desarrollo puede tardar, además, más de una década. Lo más difícil, sin embargo, es alinear los intereses de los accionistas que vas trayendo a la compañía.
"Tienes que hacer financiaciones muy cortitas y luego otras rondas. Esto implica que vas trayendo distintos accionistas a lo largo del tiempo y no puede ser un crecimiento organizado y planificado", lamentó la fundadora de Nanogap, quien a su vez se congratuló del buen hacer de las biotecnológicas gallegas. "En Galicia podemos estar orgullosos de todo lo que se está trabajando y desarrollando en aplicaciones biotecnológicas", remachó.
Otro de los sectores donde la biotecnología tiene una mayor repercusión es en el agroalimentario, donde Healthinfoods, una compañía biotech que comercializa ingredientes funcionales e innovadores, es uno de los principales exponentes.
Esta compañía, que se constituyó en diciembre de 2019, vio cómo a los tres meses de su nacimiento se declaraba una pandemia que trastocó todos sus planes iniciales. Sin embargo, tal y como explicó su CEO, Alfredo Bermúdez de Castro, supieron hacer de la necesidad virtud. "Esto tuvo una parte positiva: por un lado nos permitió tener más tiempo para idear nuevos productos; y por otro lado, la pandemia despertó la conciencia en la gente de la alimentación saludable", dijo Bermúdez de Castro, quien también lamentó que estas circunstancias obligaran a la empresa a repensar su estrategia de despliegue comercial.
Los ingredientes funcionales aportan propiedades saludables a los alimentos, y nos permiten contribuir a paliar ciertos déficits nutricionales e incluso a democratizar la alimentación saludable. "Comer saludable es tremendamente caro", advirtió el CEO de Healthinfoods. "Hoy con biotecnología podemos fortificar alimentos con omega 3 sin que sepan a pescado, a microalgas, sin que sean más caros y sin que se altere su vida útil". Así, en opinión de Bermúdez de Castro, la biotecnología en Galicia aún tiene "un impacto moderado pero emergente" en el sector agroalimentario, sin embargo sí está ayudando a la reducción de grasas saturadas, de calorías o de sodio, que vienen "muy marcadas por el endurecimiento regulatorio" que se está experimentando.
Una potencia biomédica
Otro de los campos dentro de la biotecnología que está adquiriendo un desarrollo muy importante es la biomedicina, que trabaja en el desarrollo de nuevos fármacos y terapias, o para mejorar los diagnósticos. Galicia cuenta con un importantísimo tejido investigador y una industria biofarmacéutica muy potente. Vanessa Valdeiglesias, premio europeo a la mejor investigadora menor de 35 años y otra de las ponentes que ayer participó en el foro 'La Galicia que viene', es una de las más reputadas investigadoras en el campo del envejecimiento. Su grupo de investigación estudia el impacto que tienen en la salud el uso de nanomateriales utilizados, por ejemplo, en agricultura.
Valdeiglesias destacó que el incremento de la empresa nanotecnológica ha sido "brutal" en los últimos tiempos. "Pero claro, ha ido tan rápido que ya es una realidad y no ha dado tiempo a establecer las relaciones de cómo interactúan los nanomateriales con sistemas biológicos, que ayudarían a optimizar estas aplicaciones", dijo la experta. "Sabiendo más información de base podríamos dirigir esta investigación y acortar los tiempos", lamentó. Así, la información, en opinión de esta investigadora de Química y Biología, es la principal medida a tomar frente para evitar este hándicap.
Adrián Mosquera, especialista en Hematología del Hospital Clínico de Santiago, explicó por su parte cómo la implantación (y la carencia) de nuevas tecnologías están impactando en la práctica clínica. "Todos los días nos encontramos con la necesidad de tomar decisiones para las cuales no tenemos un soporte de datos y se basan en nuestra experiencia humana", dijo el médico, que apuntó también que "ésa es la verdadera revolución que nos viene por delante".
Según Mosquera, actualmente se está haciendo una medicina basada en la evidencia de los ensayos clínicos y en la práctica clínica habitual, pero muy pocas de las decisiones que se toman se basan en el resultado de ensayos clínicos de moléculas de nanoproductos, por ejemplo. "La mayoría, más bien, tienen que ver con otro tipo de procesos que pueden llevar a que esos fármacos sean más o menos efectivos o estén bien o mal indicados".
Así, en opinión de todos los ponentes, la siguiente revolución llegará a través de los datos y de la inteligencia artificial. "Las principales revistas científicas acaban de anunciar la creación de revistas específicas de inteligencia artificial y data science para la medicina. Hay una gran revolución y sólo estamos viendo la punta del iceberg", expuso Mosquera. Sin embargo, el principal hándicap al que se enfrenta la profesión es que no hay profesionales formados para ello.