Este miércoles se ha inaugurado, en el CaixaForum de Madrid, el I Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En el evento, que tendrá lugar hasta el próximo viernes, participarán numerosas personalidades implicadas en la defensa de los derechos humanos, sociales y ambientales.
Una de ellas es el exministro de Ciencia y Tecnología, presidente de la Fundación Propósito y asesor de Mishcon de Reya, Juan Costa Climent. En la primera conversación abierta el foro, Climent ha vertebrado su intervención en torno a la idea de la cooperación global y la incorporación a la economía de nuevas reglas para alcanzar el equilibrio entre estabilidad de mercado y sostenibilidad.
Desde su punto de vista, en la acualiadad "las democracias liberales se enfrentan a dos retos: cambio climático y desigualdad social. Por lo que hace falta una forma distinta de medir el éxito económico, político y social. Los criterios que se utilizan actualmente no sirven para hacer fernte a los nuevos desafíos".
Otra forma de medir la prosperidad
En esta línea, el exministro asegura que "la economía debe centrarse en crear prosperidad, pero no solo monetaria y financiera, como hasta ahora, sino tamibén ecológica y social". Es decir, "medir el éxito y el progreso de forma distinta". Para Climent, las desigualdades sociales también suponen un enorme coste económico, por lo que propone "poner en marcha reformas de la economía global", como la reestructuración del modelo tributario de los países.
Así, ese nuevo modelo tendrá en cuenta otros principios, y más allá del aspecto puramente económico se centraría en intentar corregir esas desigualdades y luchar contra el cambio climático. "Para hacer esa transformación hay que trasladar el pago de impuestos de las cosas que son buenas, como la prosperidad, a las cosas que son malas, como la desigualdad social y la destrucción del medio ambiente".
El ponente propone que "las empresas deben pagar impuestos en función de la riqueza medioambiental que crean y no solo sobre los beneficios que generan", y se muestra partidario de que en el IVA de los productos suceda lo mismo: "no debería pagar los mismos impuestos un producto que es ecológico frente a uno que no lo es".
En relación con este aspecto, Climent afirma que "si la economía tuviera como objetivo crear medioambiente en lugar de destruir medioambiente, clamramente cambiaríamos las reglas y empezaríamos a medir la prosperidad con más lógica, no solo viendo la economía, sino la ecología y el aspecto social".
Colaboración pública y privada
El presidente de la Fundación Propósito también ha centrado su intervención en el papel de las Administraciones públicas en la lucha para mitigar la emergencia climática. Así, como sugería para el ámbito empresarial, considera necesario que en lo público también se mida el impacto de las políticas de manera diferente.
También es consciente de que el cambio climático puede haber caído en el terreno de la ideología, y sobre esto es contundente: "Nadie debería poner el duda el cambio climático [...] En las últimas décadas, la derecha no ha tenido en cuenta que defender la lucha contra el cambio global es muy liberal". En el otro lado del espectro, dice que "probablemente la izquierda tiende más a la regulación, y los gobiernos más liberales deberían utilizar la libertad de mercado para unirse a esa lucha".
El invitado asevera que "el calentamiento global es una realidad, y ha habido gobiernos, políticos y empresas que han tenido una actitud ambigua frente a él. Eso es no escuchar a la ciencia ya que, lo que podemos debatir no es el problema, sino cuáles son las mejores políticas para hacerle frente".
En el caso de España, Climent cree que "la derecha no ha tenido buena perspectiva y, en vez de presentar su alternativa política, ha hecho dejación de sus funciones" pero critica que "la izquierda ha utilizado las banderas del cambio climático, banderas que fragmentan y crean polarización en la sociedad".
Lo que debemos hacer, finaliza, "es utilizar como punto de partida un propósito compartido. El debate tradicional de que la empresa gestiona mejor y que la Administración pública no es eficiente es insuficiente, limitado y no contempla la realidad".
Por eso recomienda la creación de "alianzas público-privadas sin cuestionar ni el rol de las empresas ni el de las administraciones [...] Creemos marcos de colaboración, porque es imposible hacer frente hacer muchos de estos desafíos sin esta colaboración.