Da igual donde vivamos, aunque sea el lugar más inhóspito, en todos los lugares de la Tierra se puede percibir los efectos del cambio climático. Y las empresas han desempeñado un papel muy importante para la contaminación, pero también son claves para revertir la crisis climática. Esta ha sido la cuestión central de la mesa sobre el ODS 13 sobre la acción por el clima de la última jornada del I Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) organizado por EL ESPAÑOL, ENCLAVE ODS e Invertia con la colaboración de la Fundación ‘la Caixa’.
El cambio de las energías procedentes de los combustibles fósiles a las energías renovables será un paso fundamental para evitar los peores efectos del cambio climático y el calentamiento global. Por tanto, uno de los grandes desafíos a corto plazo será descarbonizar la energía.
Así, sólo con adaptarse a la nueva situación de cambio climático no sería suficiente, sino que precisa de un mayor esfuerzo. “Más que adaptación, tenemos que hacer una transformación radical, para que todos nuestros negocios estén alineados con el reto”, señaló Teresa Mañueco, directora de Planificación y Desarrollo ESG de CEPSA.
Asimismo, Nuria Rodríguez, directora de Sostenibilidad y Medioambiente de Naturgy, indicó la necesidad de tener un enfoque integral del problema: “La acción climática debe estar basada en tres puntos de vista: reducir nuestras emisiones; la protección y restauración de la naturaleza; y, la transición justa”.
Una de las nuevas energías de las que se habló fue el hidrógeno verde. “La apuesta por el hidrógeno verde ya es una realidad”, remarcó José Miguel Tudela, director de Sostenibilidad y Acción Climática de Enagás. Las ventajas de este tipo de energía, señaló, son el fácil almacenamiento, la fácil producción —siempre que haya electricidad y agua— y que no emite gases contaminantes.
También se habló del gas renovable. En este sentido, la directora de Sostenibilidad y Medioambiente de Naturgy, señaló que el biometano será uno de los ejes fundamentales para la energía en el futuro. “Se hace desde diferentes tipos de residuos y después se enriquece”, explicó Rodríguez.
“El gas renovable es una solución de economía circular y además tratamos los residuos”, añadió. A todo ello se une que esto permite revivir algunos puntos de España donde existe el problema de la despoblación.
El sector hotelero también estuvo presente en la mesa gracias a la presencia de Sandra Benbeniste, directora de Sostenibilidad EMEA de Iberostar Group. Por su naturaleza, el sector, señaló, debe actuar en diversos ámbitos. Uno de ellos es el de la protección de los océanos, ya que, "la mayor parte de los hoteles están en la costa".
Asimismo, Benbeniste introdujo la importancia de la cuestión de la eficiencia energética, uno de los tres pilares junto con la descarbonización y la promoción de las energías renovables de la Way of Change, la propia Agenda 20230 de Iberostar Group.
Desarrollo sostenible, única opción
"El desarrollo o es sostenible o no será", así de claro se pronunció Rodríguez. Las empresas juegan y jugarán un papel clave en el objetivo para frenar el cambio climático. "Las empresas incrementan incluso la aceleración de la recuperación verde", añadió Tudela.
Por ello, Tudela llamó a la cooperación entre los diferentes actores: "Si hacemos el enfoque conjunto, se llegará a una empresa sostenible en un entorno sostenible". Lo que quedó claro es que no puede haber confrontación, pues sólo la palabra puede ayudar a todos a mejorar en su cometido. De hecho, para Mañueco, en el mundo ambientalista "sólo pueden encontrar aliados" para mejorar la propia acción de las empresas.
Las empresas apuestan cada vez más decididamente a mitigar su impacto climático y a descarbonizar sus actividades. "Los clientes nos lo piden y las empresas que no se adapten al cambio climático, desaparecerán", concluyó Benbeniste.