Luis Gallegos, presidente del consejo de administración de la Alianza Global de las Naciones Unidas para las Tecnologías de la Información y la Comunicación Inclusivas, ha reclamado a los sectores tanto público como privado un mayor compromiso con los mayores de 65 años, al mismo tiempo que ha pedido que se garantice su derecho a tener una vejez y una muerte "dignas".
Durante la clausura del I Foro Silver Economy, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, Gallegos ha resaltado que en todo el mundo existen actualmente más de 1.000 millones de personas con más de 65 años y que, por cada una de ellas, hay dos personas vinculadas.
En este sentido, ha añadido que con la actual evolución demográfica, se estima que para el año 2050 haya en todo el mundo entre 1.700 y 2.000 millones de personas con más de 65 años de edad y, en consecuencia, el grupo de impacto ascenderá a alrededor de 6.000 millones de personas.
En este contexto, ha incidido en que garantizar el apoyo social a los mayores de 65 años y sus familias en un mundo cada vez más urbano es un tema que debe abordarse también desde el sector privado empresarial y no circunscribirse únicamente al ámbito público.
Así, Gallegos ha subrayado que este segmento de población supone un "gran mercado" para el sector privado, ya que son personas que cuentan con uno de los mayores niveles de riqueza en la economía actual y poseen inmuebles y cuentas bancarias.
Sin embargo, también se ha mostrado crítico con el sector público, ya que en muchas ocasiones es la legislación la que impide el acceso de la población sénior al mercado. Por ejemplo, ha apuntado que hay países en los que no se pueden conceder créditos a los mayores de 65 años o no se les permite conducir a partir de los 75.
"Los 75 son los nuevos 65", ha afirmado el representante de Naciones Unidas, quien ha agregado que un niño que nazca ahora podrá vivir hasta los 100 años si cuenta con los cuidados personales, la alimentación y los medicamentos adecuados.
Así, ha criticado que en muchas ocasiones los gobiernos tienen problemas a la hora de asumir las responsabilidades que conlleva el gestionar el envejecimiento de la población, por las "dimensiones complejas" que tiene este reto, que implica cuestiones tanto económicas como sociales.
Gallegos también ha reclamado, como se ha hecho en la gran mayoría de los paneles del foro, "dignidad para los mayores". "Yo quiero tener una vejez con dignidad, pero aún más quiero morir con dignidad", ha remarcado.
Por último, ha señalado que en Naciones Unidas están promoviendo una convención de derechos humanos para mayores adultos en la que se aborden los grandes rasgos de las políticas que se deben seguir a nivel global y en el que se expongan los ejemplos de países como España para garantizar que se alcanza esta dignidad reclamado.