El cuidado de las generaciones mayores plantea muchos retos al sistema público, especialmente en cuanto a cómo abordar la mayor esperanza de vida con buena salud o cómo evitar que la soledad agrave las enfermedades en la generación sénior.
Estas han sido algunas de las conclusiones de la charla mantenida por Leticia Fernández Freira, directora de HM CIEC, y María José Abraham, directora general de la Fundación Edad&Vida, durante el I Foro Silver Economy organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.
"Se dice que la soledad es la pandemia del siglo XXI. Al final, la sociedad ha avanzado mucho en términos de salud y longevidad, la esperanza de vida que tenemos en estos momentos es de las más altas del mundo. Pero hay un dato que se conoce menos en el que España puntúa peor, que son los años de buena salud", ha explicado Abraham.
Ese dato se traduce en que "hay diez años donde tú, como persona, te sientes muy desvalida". Y es que "la sociedad es más individualista, las personas mayores están más solas, han desaparecido las familias grandes, con una gran red social. Son desestructuradas porque las cosas les han ido muy bien. Y esas personas están solas y no quieren molestar", ha contado.
En las familias en las que hay recursos suficientes, estas carencias "se pueden suplir con factores externos", si bien "hay muchas veces que ni siquiera hay recursos y recursos sociales que ponen las Administraciones y los ayuntamientos no llegan", ha apuntado Abraham.
"El problema es que las personas entran en una dinámica de 'como no puedo hacer, no hago, me voy encerrando cada vez en mí misma' y es un factor agravante de cualquier episodio de salud que puedas tener. Como los datos nos dicen que cada vez va a haber más personas en esta situación de aislamiento, urge tomar medidas y estas medidas sólo pueden ser preventivas, porque si no llegamos tarde", ha añadido directora general de la Fundación Edad&Vida.
Para Abraham, las necesidades en términos de salud de los mayores son las mismas que tienen otras generaciones. "Hay un determinado momento en el que van surgiendo unas necesidades de salud que el sistema tiene que cubrir y que en estos momentos podríamos decir que hay bastantes lagunas en alguno de los campos. Al final, la falta de salud implica la necesidad de cuidados y es lo que no tenemos como sociedad bien resuelto", ha señalado.
La importancia de la salud
"Cuando hablamos de salud, sobre todo los médicos o los cardiólogos, nos fijamos muchas veces en la salud física. Es muy importante en los mayores hablar también de la salud mental", ha indicado, por su parte, Fernández.
Y es que, en su opinión, "a veces el problema no es algo orgánico, sino que hay que ver el entorno del paciente". Es por eso que "no podemos protocolizar nuestras rutinas", pues "los mayores tienen otras necesidades" y "a lo mejor habría que ajustar la dosificación de fármacos, ver si tienen familias, si no tienen familias, si viven en una residencia...".
En definitiva, "tener muy presente que hay una salud física, una salud mental y un entorno al que nos tenemos que adaptar como médicos, como sociedad y las instituciones, hacerlo igual. Y evitar el concepto de la soledad, que tiene un papel crucial en la salud física y mental y en mayores tenemos que cuidar estos aspectos".
"Los médicos en general no tenemos a veces los recursos para tratar a los pacientes de la forma que nos gustaría. Sólo nos podemos fijar en algo orgánico que podemos solucionar en el momento de la consulta y debería haber un seguimiento en ese paciente cuando llega a casa. Los médicos, solos, no podemos", ha señalado la directora de HM CIEC.
Fernández incide mucho en la importancia de la prevención, especialmente en el caso de las mujeres. "Existe una falta de información de la importancia de la enfermedad cardiovascular en ellas", ha apuntado.
Y es que, en su opinión, hay que "fomentar que la mujer acuda también al cardiólogo a consultar. La mortalidad por enfermedad cardiovascular en la mujer, por un problema de corazón o de arterias, es 16 veces mayor que por el cáncer de mama. Eso se desconoce totalmente".
"Es importante educar tanto a hombres como a mujeres y saber que se puede prevenir hasta un 80% de los eventos cardiovasculares si tomamos medidas de prevención. Es mejor ir a evitar nosotros la enfermedad, no que la enfermedad nos encuentre a nosotros desprotegidos", ha concluido.