El 5 G y la hiperconectividad prometen revolucionar, en todos los sentidos, la vida de los ciudadanos en cualquier actividad y relación social y profesional. "Esta transformación digital va a servir de motor económico en un momento en el que buena falta nos va a hacer", ha afirmado Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL. "Pero también como un elemento de cohesión social".
Durante su participación en el II Observatorio 5G, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, Ramírez ha defendido que "el 5G y el despliegue en zonas rurales debe servir para garantizar las mismas oportunidades en todo el territorio nacional. Y este debe ser un factor clave. No podemos olvidar las reclamaciones de la 'España Vacía', que están ya hablando de llevar un nuevo partido político al Congreso".
Respecto a esta apuesta política, el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL se ha mostrado "extraordinariamente escéptico sobre la conveniencia de esa iniciativa. No creo que debamos incurrir en un 'loncheado' de la representación política en función de intereses territoriales".
"Tan negativo sería que se consolidara un populismo vinculado a la 'España Vacía' como el que se ha consolidado en torno al independentismo extremista en Cataluña y en País Vasco. La manera de paliar ese peligro es atender las necesidades de la 'España vaciada'. Y no hay un mecanismo tan útil para eso como el 5G", ha continuado Ramírez.
"Tenemos la oportunidad de hacer que el crecimiento económico sea inclusivo además de extensivo y no debemos desaprovecharla", ha añadido. Pero también, ha advertido de que "parte de la clave de que lo consigamos implica abogar por la neutralidad tecnológica, porque España y Europa adquieran una cierta soberanía digital tal y como una y otra vez viene repitiéndonos José María Álvarez-Pallete, el presidente de Telefónica".
"No estamos hablando de más regulación, sino de desregulación", ha explicado Ramírez. "De conseguir normas mejores e iguales para todos los actores que juegan en un mismo sector. No pongamos palos en las ruedas a quienes más mérito han tenido en que lleguemos a esta situación con un espectacular despliegue de infraestructuras", como es la fibra óptica.
El presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL vaticina que "2022 va a ser el año del 5G. Va a llegar en masa a los ciudadanos y los dispositivos empezarán a tener un precio asequible si la crisis de los microchips lo permite. Siempre hay una duda o un condicionante. Pero la generalización de su uso va a ser cada vez mayor. Estamos ante una revolución que acaba de empezar, que va a cambiar el valor de la conectividad y, en definitiva, el rumbo de nuestra sociedad".