Usar vehículos ligeros de dos y cuatro ruedas en las ciudades, contar con un sistema de suscripción para las cargas o limitar las velocidades en caso de atascos o lluvia son algunas de las apuestas de la empresa española Silence para reducir la contaminación, la masificación y el ruido provocado por la movilidad en las grandes urbes.
Así lo ha detallado el CEO y fundador de Silence, Carlos Sotelo, durante su participación en el II Simposio del Observatorio de la Movilidad, organizado por El ESPAÑOL-Invertia. Su esta compañía está centrada "en solucionar problemas de las ciudades" con vehículos ligeros y baterías automatizadas y cuenta con 170 empleados.
Silence nació hace ocho años como una 'start-up'. Acciona se ha convertido en su accionista principal en este 2021: "Compartimos el mismo ADN, ambos impulsamos la energía sostenible".
En la actualidad son líderes europeos en este objetivo. Para 2021 tienen previsto fabricar 10.000 vehículos de dos ruedas con esas características y, según ha explicado Sotelo, el fabricante número dos creó 3.000 motos el año pasado y el tercero, unas 1.500.
El espacio ocupado
Además, desde Silence consideran que la llegada de Acciona a su accionariado se traducirá en un impulso en su crecimiento. El CEO reflexiona sobre la propiedad de los vehículos en ciudades: "Ocupan un espacio, los vehículos de movilidad compartida están llamados al éxito".
Acciona es líder mundial en servicios 'sharing' de vehículos de dos ruedas. "Desde hace tres años empieza a haber información fuera de las principales ciudades europeas", ha explicado el fundador de Silence.
"Es una experiencia muy agradable como ciudadano, te permite moverte libremente por tu ciudad", ha valorado con relación a este servicio que se contrata desde una 'app' cuyo coste es gratuito. La oferta de vehículos depende de la ciudad, en Madrid cuentan con 3.000 motocicletas.
"Cambio cultural"
Sobre el salto de la tenencia de vehículo al pago por uso, el fundador ha apuntado a un cambio cultural en las personas jóvenes. Para conducir estas motos es necesario contar con el carné tipo A o el de coche con tres años de experiencia.
Actualmente hay 100 puntos en los que poder usar este tipo de vehículos, no solo están en España, ya han llegado a grandes ciudades europeas como París o Múnich. La compañía tiene como reto ahora alcanzar los 500 puntos de distribución.
Vehículos de cuatro ruedas
La nueva propuesta de Silence es un vehículo ligero de cuatro ruedas con 2,3 metros de largo y 1,3 de ancho y "muy poca huella". A pesar de su reducido tamaño, cuenta con calefacción y aire acondicionado como incentivos para quienes sean reticentes a montar en moto.
Silence, que también está fabricando un vehículo de dos ruedas para Seat, ofrece la misma batería para coches y motos. Su meta es crear estaciones de intercambio de baterías para que el cliente pueda comprar solo el vehículo y pagar por el uso de la batería.
Bajo el nombre de 'Battery Station', la idea es que el cliente pueda dejar su batería vacía en este punto y recoger una totalmente cargada. De este modo, el coste del vehículo se reduce y se acerca más al de un vehículo de combustión tradicional.
En un enchufe normal la batería tarda unas seis horas en alcanzar su carga máxima, mientras que en los 'Battery Station' tardaría unas dos horas. "En este modelo de suscripción puedes cargarla en tu casa y pagar por su uso", ha precisado Sotelo.
La compañía prevé ponerla en marcha a principios de 2022 en toda España. Una moto de Silence tiene un coste de 6.200 euros y sin la batería la previsión aproximada es que tenga un de 4.500. "Con el Plan Moves tendrá un precio de 3.000 euros sin batería", ha añadido, al tiempo que ha sido cauto con los plazos pues su compañía, al igual que muchas otras, está sufriendo "la problemática de las materias primas".
En cuanto al público objetivo, Silence está enfocada, principalmente, a las personas que necesitan moverse en las ciudades y va a desarrollar dos homologaciones en sus vehículos. Una de ellas tendrá una velocidad máxima de 45 kilómetros por hora para personas sin carné y la otra contará con la velocidad habitual para personas que sí cuentan con el permiso de conducción.
Reducir la velocidad
Los vehículos de Silence están adaptados a las velocidades de las ciudades, que rondan los 30-50 kilómetros por hora. Aunque también ofrecen otras velocidades de hasta 110 kilómetros por hora en el caso de las motos y de 90 en el caso de los de cuatro ruedas.
La empresa propone ofrecer "dos movilidades" según las circunstancias como pueden ser el tráfico intenso o la lluvia. "Van a llegar a los vehículos más pronto que tarde, los vehículos cada vez van a ser más seguros", ha apuntado Sotelo.
Para concluir, desde la compañía han reflexionado: "En seis meses se ha multiplicado por cinco el coste del transporte, han dejado de existir materiales y se ha hecho frente a una pandemia".
"Tenemos que funcionar de otro modo, el siglo XX fue el de continuo crecimiento, pero se ha acabado, tenemos que pensar en otros modelos de economía para que nuestros nietos también puedan vivir en este planeta", ha concluido el CEO y fundador de Silence.