“Si no sobrevivimos como empresa, difícilmente podremos hablar de mejorar las ciudades”. Con esta frase, Juan de Antonio, CEO de Cabify, hizo hincapié en cómo la sostenibilidad financiera es vital para la empresa. “Nos hemos enfocado en la rentabilidad”, subrayó durante el III Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.
Conviene recordar que en el último trimestre de 2019 Cabify era rentable. Pero vino la pandemia, y como señaló su CEO, “fue muy complicado”. Pero al cierre de 2021, volvieron a alcanzar esa rentabilidad lo que “nos da opciones y no estamos obligados a ir al mercado a por fondos adicionales”. ¿Salir a bolsa o acudir a ampliaciones de capital? “Es una opción, no una obligación”, remarcó.
Cabify acaba de cumplir 10 años y, como resaltó Juan de Antonio, “todavía queda mucho por hacer”. En la actualidad, cuenta con más de 200 ingenieros que desarrollan una tecnología “que compite con gigantes de Estados Unidos y China”. Además, es una cuna de emprendedores: “De empleados de Cabify han surgido otras 42 empresas”.
Aunque España sigue siendo su principal mercado, hay otro (que es Latinoamérica), que genera el 70% de sus ingresos. Un mercado que arrancaron en Perú, México y Chile, y que posteriormente se amplió a otros países. “Queremos desplegar más de 300 millones de euros en inversiones en Latinoamérica”, adelantó Juan de Antonio.
Otro aspecto que quiso destacar el CEO de Cabify tiene que ver con la logística. “Estamos construyendo a partir de la tecnología soluciones para hacer más eficientes las ciudades que hagan el transporte de mercancías más sostenible”, indicó.
Un campo en el que están avanzando a pasos de gigante. Porque, si para alcanzar la cifra de medio millón de trayectos en transporte de personas les llevó 40 meses, solo han tardado 8 meses en conseguirlo con el transporte de mercancías. “Vamos a invertir 20 millones en logística en 2023”, matizó.
Por último, no dudó en afirmar que en el futuro va a haber un espacio para los diferentes elementos de movilidad que ya están compitiendo entre sí (caso de los patinetes). “Saber cuándo esas opciones se volverán proyectos sostenibles económicamente es difícil de ver”, concluyó.