Reforzar el Sistema Nacional de Salud (SNS), dotarlo de más recursos, mejorar la coordinación entre los diferentes sistemas sanitarios de las autonomías, crear un grupo de expertos con todos los actores del sector para coordinar una gran estrategia sanitaria global, contar con el sector privado y con la red de farmacias española y voluntad política para sacar adelante todo los cambios que necesita la sanidad de nuestro país.
Éstas son las demandas de los principales actores del sector sanitario que han participado este lunes en la mesa redonda “El sector sanitario español tras la pandemia: situación, desafíos y lecciones aprendidas”. Éste ha sido el primero de la decena de debates del ‘I Simposio Observatorio de la Sanidad: las fronteras de la lucha contra el coronavirus’, organizado por EL ESPAÑOL y que se ha iniciado este lunes.
Juan Abarca, presidente de la Fundación Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) ha puesto énfasis en los motivos que han generado esta segunda ola de contagios. Abarca ha indicado que los principales problemas han sido los pacientes importados y los problemas para rastrearlos; la mala planificación y gestión de temporeros; y el descontrol de las pateras en la zona sur de España. A lo que habría que agregar el problema del ocio nocturno.
Del mismo modo, ha señalado que la situación actual es mejor que en marzo, aunque cree que sería un error tomar esta coyuntura como un punto de referencia. Advierte que estamos ante una enfermedad infecciosa que ocupa camas habituales y, por tanto, perjudica a otras patologías y obliga a realizar una planificación más eficiente de la atención asistencial.
Por su parte, Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, ha indicado que mientras no tengamos un tratamiento que ponga fin a la pandemia, hay que aprender a vivir con ella. De hecho, ha advertido que incluso si tenemos una vacuna en los próximos meses ésta priorizará a la población de riesgo y al personal sanitario, lo que nos obliga a trabajar en una estrategia para mitigar los efectos de los eventuales rebrotes.
Para Arnés esta estrategia pasa por la necesidad de tener un buen sistema público de que soluciones problemas que ha desnudado la pandemia, como la obsolescencia de medios técnicos, problemas de acceso, frustración de los profesionales sanitarios y aumento de las listas de espera. Ha insistido en que España ha reducido en un 5.000 millones de euros su inversión sanitaria -del 6,5% al 6% del PIB- lo que nos obliga a dotar de 12.000 millones extras al sector, para ponernos en la línea de lo que invierten nuestros socios de la UE.
También ha pedido una mayor flexibilidad en la gestión presupuestaria; que la investigación biomédica se convierta en el tercer gran vector de la reconstrucción económica (junto a digitalización y transición ecológica); desarrollar un potente sector industrial sanitario y potenciar la industria farmacéutica española, clave en la innovación de todo el tejido productivo de nuestro país.
Por su parte, Margarita Alfonsel, secretaria general la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN), ha destacado la gran fortaleza del sistema sanitario y de sus profesionales, aunque ha pedido una mayor coordinación de todos los estamentos. Ha advertido de la importancia capital de tener una Agencia de Salud Pública que unifique todos los recursos, que identifique con qué capacidades contamos y que aproveche las sinergias existentes.
“Desde nuestro punto de vista es relevante que el Ministerio coordine, que facilite las sinergias entre todas las comunidades y que garantice la asistencia a todos los pacientes en todos los territorios. Que trabaje junto a la industria biomédica y el resto de agentes del sistema como organizaciones colegiadas y la sanidad privada".
Alfonsel ha pedido también que se ponga en marcha un foro de expertos para asesorar al Gobierno en todos estos temas y que se pongan en marcha protocolos de actuación para tener una reserva estratégica y planes de contingencia ante situaciones de crisis. “Hay que construir un sistema sociosanitario que dé respuestas a las crisis sanitarias y en el que estén todos unidos”.
Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), también ha puesto el énfasis en la necesidad de dar un golpe de timón para dar respuesta a quienes creen que muchos recursos humanos no se están aprovechando de la mejor manera. “Si no somos capaces de no controlar la pandemia en salud, el efecto económico será impresionante”.
“Necesitamos un mando único de salud pública”, ha advertido y ha recordado que cuando se ha coordinado el sistema las cosas han funcionado mucho mejor. También ha reivindicado que los médicos y sus organizaciones también estén en primera línea de la toma de decisiones para poder aportar su visión sobre la pandemia.
Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, puso la red de farmacias a servicio del Sistema Nacional de Salud. Ha recordado la colaboración de la farmacia comunitaria con las farmacias de hospital, la implementación de soluciones tecnológicas, el avance decidido al sistema de receta electrónica y la labor de la farmacia en el proyecto de mascarillas 19, colaborando contra la lucha de la violencia de género.
En esta línea se ha ofrecido para trabajar en la detección precoz y temprana del virus realizando test en la red de farmacias españolas y así descongestionar el sistema sanitario de atención primaria. “Tenemos el sistema más cercano de Europa, estamos en todos los lugares del país y estamos convencidos de que utilizar mejor a la farmacia redunda en favorecer el sistema público de farmacia”.
Pilar Aparicio, directora de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, reconoció que esta crisis ha dejado patentes muchas carencias de nuestro sistema de salud como la falta de recursos, problemas en la detección temprana de pandemia y situaciones de precariedad laboral en muchos sectores, pero se ha mostrado confiada en que saldremos adelante sobre el pilar de los grandes profesionales sanitarios que tiene España.
Reconoció que es importante reforzar la coordinación, que la investigación es fundamental y que hay que agradecer a la sociedad española la implicación en el combate del virus, pese también ha advertido que buena parte del segundo rebrote se debe a los “condiciones especiales socioculturales“ que tiene nuestro país.