Los profesionales sanitarios de este país han vivido dos años de lo más intensos. En primera línea de la batalla contra el virus han conocido su desarrollo, sus mutaciones y han sido educadores sociales para concienciar a toda una población sobre cómo protegerse. Tomás Cobo, presidente de la Organización Médico Colegial (OMC), ha sido uno de ellos.

Tanto como presidente del Colegio de Médicos de Cantabria como facultativo en el ejercicio de la práctica clínica, Cobo se implicó desde el primer día en la lucha contra el virus. ¿Su premio? Recibir el apoyo de los facultativos para nombrarle, en el mes de febrero, su presidente.

Especialista en Anestesiología y Reanimación, Cobo nació en Santander y cuenta con una dilatada experiencia dentro y fuera del hospital. Además del ámbito clínico, el médico ha formado parte de varias corporaciones profesionales y es un asiduo en el terreno el voluntariado internacional. Sus vacaciones de verano suelen suponer un viaje a África para ayudar a los demás.

Actualmente, el facultativo desarrolla su labor asistencial en el Hospital de Sierrallana y en la Clínica Mompía, ambos de Cantabria, comunidad en la que ha sido presidente del Colegio de Médicos hasta el año 2017 que entró a formar parte de la cúpula del organismo nacional.

También en la esfera gubernamental, Cobo es vicepresidente de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS), institución desde la que impulsa que la formación de los Médicos Internos Residentes (MIR) cuente con una estancia internacional a modo Erasmus.

Entre sus condecoraciones, Tomás Cobo cuenta con la Gran Cruz de Caballero de Santiago concedida por la Asociación Marqués de las Amarillas de la Guardia Civil en 2014 en reconocimiento por su labor en defensa de los derechos humanos y también tiene una medalla al mérito militar con distintivo blanco concedida por el Ministerio de Defensa en 2018.