La luz al final del túnel de la pandemia llega de la mano de un esfuerzo colectivo: el de los investigadores, las administraciones que les apoyan, el sector público y privado, la información veraz comunicada a través de los medios y las redes, y la confianza de la ciudadanía en el sistema sanitario. Así lo ha manifestado Diana Morant, ministra de Ciencia e Innovación, en su discurso de clausura sobre Innovación en el ámbito sanitario en el II Observatorio de la Sanidad que organizan EL ESPAÑOL e Invertia.
"Detenerse a observar, analizar y compartir reflexiones desde distintas disciplinas, persepectivas y sensibilidades es el único punto de partida posible para aprender la verdad", ha comenzado Morant su discurso. La ministra de Ciencia e Innovación ha celebrado la organización del simposio como motor para "generar conocimiento" y ha reconocido la contribución de los medios de comunicación "comprometidos con el servicio a la sociedad" para difundir la cultura científica entre el público. Colaboran así, afirma, con el reto de "codiseñar un futuro más saludable, próspero y amable para las personas y el planeta".
Preguntándose sobre las lecciones que nos deja la Covid, Morant lo resume en una máxima: "Reconstruir un sistema que nos garantice las cosas por las que vale la pena vivir: un almuerzo con las amigas, el abrazo de los nietos, respirar aire limpio a pleno pulmón... la capacidad de todos y todas de cumplir nuestros sueños sin poner en pleigro nuestra vida y la del planeta". Este ideal, explica, se encarna en el Plan de Recuperación, Tranformación y Resiliencia consensuado con Europa, basado en la "cohesión social y territorial".
España, celebra, ha servido de ejemplo al mundo en la vacunación contra la Covid. "Las personas han revalidado su confianza en la ciencia como motor esencial para salvar nuestras vidas. La sociedad española ha demostrado un caudal enorme de confianza en la ciencia y la Sanidad". En ese sentido, la ministra ha querido destacar el esfuerzo de los cientificos y científicas para comunicar a través de los medios y las redes sociales la información veraz y contrastada que ha permitido derribar las reticencias.
En cuanto a la administración, Morant destaca las "lecciones transformadas en acciones que mejoran la vida de la personas", como la "lección de emergencia" aprendida durante la pandemia que ha permitido apoyar a los científicos e innovadores "de forma inmediata" y reduciendo trabas. La ministra destaca a continuación los más de 100 millones de euros destinado a proyectos que ha permitido avanzar en investigación básica y aplicada, demostrando, por ejemplo, que determinados fármacos usados al comienzo de la pandemia no funcionaban.
Morant también ha recorado la implicación del Ministerio en estudios relevantes para tomar decisiones basadas en ciencia, como el de seroprevalencia a nivel nacional. Otro hecho a destacar es la reconversión de la industria farmacéutica para la producción de vacunas humanas, algo de lo que carecía España. Hay 4 empresas con tal capacidad ahora y una quinta, Hipra, que ya está ensayando la primera vacuna española contra el coronavirus con apoyo institucional.
Las tres apuestas clave han sido una administración más ágil, mayor inversión y un refuerzo de la colaboración público y privada. Morant celebra la "oportunidad única" que brinda el mayor presupuesto para Ciencia de la Historia, 3.456 millones de los Fondos de Recuperación europeos que se destinarán a impulsar la I+D+I en España. El proyecto también pasa por mejorar la condiciones de los investigadores a través de la Ley de Ciencia: "Queremos que se queden, queremos que vuelvan, queremos que vengan de otros países, queremos que se sumen las mujeres que todavía sufren la brecha de género y el techo de cristal".
La lección política esencial, termina Morant, es la de poner la ciencia e innovación "al servicio de las personas" y convertirla en "motor de transformación" de este país. El talento de nuestros científicos "es el intangible más valioso para mejorar el mundo". Además, anuncia la mayor inversión de los últimos 15 años en comunicación y divulgación científica, para llevar la cultura científica a "cada pueblo, cada hogar y cada ciudad" de España. "Necesitamos una cultura científica básica que nos ayude a distinguir la verdad del bulo, la ciencia de la pseudociencia, las terapias de las pseudoterapias", concluye.