Belda (ISCIII): "Nadie podía prever que llegaría la viruela del mono, pero estábamos preparados"
Cristóbal Belda Iniesta, director del Instituto de Salud Carlos III, lidera los centros dedicados a la vigilancia de enfermedades emergentes.
26 septiembre, 2022 12:23La Covid-19 ha puesto el "hecho científico" en el centro de la respuesta sanitaria, una "amarga consecuencia" de la pandemia que ejercerá sin embargo de motor de "progreso" no solo contra las enfermedades infecciosas, sino frente al cáncer, las dolencias cardiovasculares o las enfermedades raras. Así lo valora Cristóbal Belda Iniesta, director del Instituto de Salud Carlos III, al considerar la situación epidemiológica de España en el III Simposio del Observatorio de la Sanidad, 'Mirando hacia el futuro del sistema sanitario', organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
"La pandemia Covid no ha terminado", advierte Belda: según los responsables de la vigilancia sanitaria, nos encontramos en su séptimo periodo de evolución. "Es cierto que el impacto hospitalario cada vez es menor, y eso permite mantener la cadena asistencial prácticamente sin fisuras", admite. Sin embargo, recuerda que es prioritario mantener el "cordón de seguridad" de la inmunización, destacando la campaña de la segunda dosis de refuerzo de vacunas para la Covid que ha inaugurado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, en una intervención previa.
Actualmente, el ISCIII enfoca su trabajo a la secuenciación genómica de las distintas variantes, a través de una red de centros dedicados a la "vigilancia genética", tal y cómo la define Belda. Se trata de monitorizar "sublinajes" de las variantes del SARS-CoV-2 que pudieran cambiar el rumbo de la pandemia. También están a la disposición del sistema sanitario para abordar "las preguntas que vayan surgiendo, como cuánto va a durar la inmunidad". La situación actual frente a la Covid-19 es de cautela: "La incidencia acumulada nunca baja a cero", advierte el especialista.
Sin embargo, se han ido incorporando otras prioridades para el ISCIII en estos últimos años, especialmente la de la preparación para las futuras enfermedades emergentes. La viruela del mono, por ejemplo, ha sido una enfermedad que "nunca se había visto en España", por lo que desde el Instituto Carlos III se plantearon poner a disposición los tests de diagnóstico, incorporando la secuenciación genética para determinar si este virus era una variante desconocida hasta esta fecha.
"Nadie podía prever que la viruela del mono llegaría a España este verano, pero estábamos preparados", afirma Belda. "Es un virus diez veces mayor que el que causa la Covid, y fuimos capaces de secuenciarlo en un tiempo récord", relata, una "consecuencia natural" de lo aprendido durante la pandemia. Entre los avances que destaca está la metagenómica, que permite identificar secuencias de genes de virus aunque sean desconocidos para los investigadores, y sin necesidad de tener un test de diagnóstico específico.
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Esto permite al Centro Nacional de Microbiología del Instituto Carlos III ampliar sus competencias, cimentándolo como el lugar capaz de "diagnosticar cualquier enfermedad". Un reto frente a problemas de salud emergentes como "la aparición este verano de un nuevo virus que causa 30 casos de neumonía en china", o el riesgo del terrorismo biológico, enumera Belda. Así, reconoce que se realizan ejercicios y diagnósticos "discretos" cuando aparecen virus, bacterias y gérmenes como el ántrax en contextos "poco naturales".
En ese sentido, la Covid reveló a los investigadores que había una serie de 'huecos' a completar, y por ello España se incorporará al pequeño grupo de países dotado con un laboratorio de nivel BSL4, el máximo de seguridad biotecnológica. El centro, que podría estar operativo en 2014, permitirá "hacer una serie de comprobaciones diagnósticas que en estos momentos hay que mandar fuera del país". También se pondrá a disposición de la industria farmacéutica "si tienen interés en virus de nivel 4" (ébola, fiebre hemorrágica Crimea-Congo), a los investigadores del CSIC o a las administraciones autonómicas.
Finalmente, de cara a 2023, Belda se declara "optimista" por cómo la apuesta por la ciencia se va a ver reflejada en los Presupuestos Generales del Estado. "Hay periodos de inversión, que tienen el recorrido que tienen. Los científicos siempre terminamos pidiendo más y más", admite. Sin embargo, defiende que "hay que aprovechar la inversión y el tirón que tiene la ciencia ahora mismo entre la sociedad". Que la ciencia se vaya "introduciendo poco a poco en nuestra cultura", concluye, "va a proteger las inversiones hoy y en el día de mañana".