Las estrategias y los embajadores de salud global eran, hasta ahora, figuras de la sanidad internacional desconocidas. Sin embargo, después de la pandemia de la Covid-19 han surgido estos recursos para estar preparados ante un futuro desafío para la salud planetaria. En este sentido, España cuenta con un papel determinante en el diseño de las estrategias de salud global que se están diseñando en la actualidad y definirán el futuro. Así lo ha explicado Borja Cabezón, embajador en misión especial para la Covid-19 y la Salud Global del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en el III Simposio del Observatorio de la Sanidad, Mirando hacia el futuro del sistema sanitario, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
En concreto, el puesto de Cabezón cuenta con casi un año de antigüedad: el pasado diciembre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, lo crearon en Consejo de Ministros. Esta figura representa a España en organismos e iniciativas internacionales, posiciona la salud global en las agendas políticas y hace de apoyo para los ministerios de Gobierno, Sanidad y Exteriores. "España está en la vanguardia y el liderazgo de la salud global", ha dicho.
"Nos encontramos en un momento crucial para la temática de la Salud Global", ha explicado Cabezón. "Pedro Sánchez explicó recientemente cuáles eran sus cinco prioridades en la ONU y la primera de ellas era la salud global". Eso sí, para crear este futuro tejido sanitario y político se necesita una estrategia y, en este sentido, el equipo de Cabezón se encuentra elaborando la española, uno de los pocos países que cuenta con uno de estos proyectos en la actualidad. "España necesitaba desde hace años una estrategia de salud global para definir sus objetivos en este campo, los fondos en los que contribuye y ocupar los espacios en los que participamos".
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Aunque todavía queda mucho trabajo que hacer antes de contar con el texto definitivo, el embajador ha adelantado algunas de sus bases: la participación y la responsabilidad compartida —el equipo de Cabezón quiere implicar a las administraciones a distintos niveles, sanitarios, farmacéuticas y también a la sociedad civil—, la equidad, la vigilancia y la digitalización. En este sentido, el embajador ha explicado que su objetivo es terminar esta estrategia antes de que termine el 2022, para que esté lista para la próxima presidencia de España en el Consejo Europeo.
De hecho, la colaboración internacional entre la sanidad de los diferentes países es muy importante para el éxito de estas estrategias. Además de en la española, nuestro país tendrá presencia en las estrategias de la Unión Europea y la de Estados Unidos, que la administración Biden ha llamado Global Action Plan (GAP). En esta última, España lidera su cuarta línea de esfuerzo, dedicada a la formación de sanitarios y ha hecho de coanfitriona en varios eventos de alto nivel internacional.
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Ahora bien, las estrategias de Salud Global se enfrentan a varios desafíos y uno de los más importantes es la expansión en todas las regiones del mundo de la sanidad universal. "Estados Unidos, por ejemplo, tiene problemas para hablar de sanidad universal con naturalidad", explica el experto. Una cobertura de salud que resulta básica, en palabras de Cabezón, para que se articule este tejido que nos ayudará a protegernos de la expansión de enfermedades a nivel internacional. "Con la pandemia hemos observado que Occidente debe socorrer a los países con menos recursos y ayudar al acceso a la sanidad", ha declarado el embajador.
Sobre si el papel de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debe cambiar en el futuro, Cabezón ha admitido que, como muchas otras organizaciones, requiere de una "pequeña actualización", pero se defiende su papel en la salud global: "España ha puesto a la OMS como el eje central de la salud mundial y somos firmes defensores del multilateralismo. Hay una batalla geopolítica entre países por ver cuáles tienen más presencia en este organismo y España trabaja porque se mantenga multilateral. La OMS debe ser, a día de hoy, un árbitro y ofrecer información para que los países reaccionen ante las emergencias".