Si algo ha dejado claro la Covid-19 es que las farmacias son un enclave vital del sistema de salud de público. Superados los años más negros de la pandemia, ahora toca reflexionar sobre si de verdad se les otorga la importancia que merecen, algo que llevan reclamando largo tiempo. También es necesario debatir sobre cómo mejorar su diálogo con el resto de agentes sanitarios públicos y cuáles son las estimaciones que se espera de ellas en el futuro, algo de lo que se ha debatido en el III Simposio del Observatorio de la Sanidad, 'Mirando hacia el futuro del sistema sanitario', organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
"La farmacia ha sido de los centros que más ha estado al servicio de la población", presumía el presidente del Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León (Concyl), Javier Herradón, al hablar de su papel en durante la pandemia.
Ya antes de ese periodo, las farmacias eran para muchos ciudadanos la única presencia sanitaria a la que podían acceder, pero con la llegada de la Covid fue cuando se hizo verdaderamente visible su labor. "No es que haya nuevas funciones, sino que se ha dado visibilidad al papel del farmacéutico y se ha visto que teníamos una farmacia perfectamente preparada", continuaba Herradón.
En esta línea, el presidente del Concyl ponía como ejemplo la labor informativa que han desempeñado muchos de los farmacéuticos para la población, así como su papel de intermediario entre la gente y los profesionales médicos: "Hemos estado resolviendo problemas que el sistema no podía. Nosotros encantados, pero quizá hemos sido infrautilizados".
El director de la fundación Gaspar Casal y presidente de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AEETS), Juan del Llano, asentía ante las palabras que alababan el buen trabajo de las farmacias en la pandemia y también coincidía en que, quizá, si hubiera un pero son los problemas entre ellas y la administración: "Los sistemas tienen que aprender a hablar entre ellos".
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Para ilustrar cómo hubiera cambiado la situación de la Covid si administraciones y farmacias hubieran dialogado, del Llano pone el ejemplo de los test de antígenos y la posibilidad de que las farmacias hubieran recolectado los datos de positivos. "Desde la epidemiología una buena base de datos es fundamental, por lo que habría estado muy bien que se registraran los positivos en las oficinas. Se hubiera recabado información esencial para ver como estaba afectado la pandemia en términos de incidencia y la respuesta hubiera sido más fina", lamenta el experto, aunque termina su discurso con una nota positiva: "Se perdió la oportunidad, pero lección aprendida".
Nuevos tiempos, nuevas leyes
Precisamente, sobre diálogo entre agentes es de lo que habla la directora general de Inspección, Ordenación y Estrategia Sanitaria de la Comunidad de Madrid, Elena Mantilla. La región cada vez está más cerca de la Ley de Ordenación y Atención Farmacéutica, que, según confiesa lleva "más de dos años cociéndose" y ha recibido 1.018 alegaciones al borrador de proyecto de ley. "400 eran a título individual de farmacéuticos que querían poner su granito de arena, algo que valoramos como muy positivo".
Entre las reformas que se prevén, está la inclusión de servicios de nutrición y dietética y la flexibilidad de horarios de atención. También la inclusión de un servicio farmacéutico domiciliario, algo que, reconoce Mantilla, ha generado mucha controversia. "Esto favorece la adherencia al paciente de los tratamientos crónicos y, además, será hecho como algo profesional, nada parecido a los servicios de reparto más populares".
Los nuevos servicios que pueden blindar las farmacias han sido otro de los temas de debate. Por ejemplo, para del Llano, el farmacéutico puede hacer "muchas más cosas de las que hace", como trabajar en campañas de prevención y ayudar con los problemas de salud más prevalentes, sobrepeso, obesidad, tabaco, alcohol, etc.
Herradón destaca en este sentido que, en Castilla y León, las farmacias trabajan ya en programas de deshabituación tabáquica, campañas de vacunación de la gripe e, incluso, ofrecieron un estudio en población de a pie sobre efectividad de las vacunas.
Lo que no está muy claro es si podrían desempeñar un papel en la vacunación de la gripe, como se ha propuesto. "Nosotros nos ofrecemos siempre a lo que sea necesario. Dicen que en otros países se hace, pero es que en otras naciones no tienen un sistema tan bueno como el de España y, quizá, aquí no hace falta", sentencia Herradón, opinión con la que coinciden de Llano y Mantilla.