“No podemos confirmar que haya una financiación extraordinaria antes de que acabe el año, pero estamos abiertos a dialogar con las entidades. Nos reuniremos en este último trimestre para ver las posibilidades de mejora”. Son palabras de Myriam Pallarés, directora general de Muface, pronunciadas durante la tercera jornada del III Simposio del Observatorio de la Sanidad organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.
Por su parte, Enrique Porres, CEO de Asisa, remarcó la necesidad de dicha financiación extraordinaria “ya que el horizonte 2023 es especialmente difícil para todo nuestro sector porque la subida prevista es del 0,75% y la inflación está en el 9%. Los proveedores están sufriendo la inflación y nosotros también. Porque las dificultades ya están presentes en 2022”.
Mientras que Pedro Cruz, portavoz del CSIF, consideró que “es imprescindible que aumenten las primas porque la situación es insostenible. Hay un sistema que nos está perjudicando. Se han reducido los cuadros médicos y hay entidades que se han descolgado del sistema porque no es rentable prestar el servicio”.
Sobre las debilidades del sistema, Enrique Porres indicó que la financiación, aparte de no ser suficiente, “no es la adecuada”. Y lamentó la falta de implicación del Ministerio de Sanidad. Mientras que en las amenazas vislumbró el envejecimiento de los mutualistas, “que está por encima de la media del país”. De ahí que Muface baraje pagar más a las aseguradoras por edad avanzada y atender en zonas despobladas.
Asimismo, la pérdida del colectivo joven, que incide sobre los costes. Y que se está trasladando a la sociedad la polémica de que haya una parte del Gobierno que ve el sistema como un privilegio de los funcionarios. “Cada vez somos menos por las dificultades de financiación que se han acentuado”, añadió.
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La representante de Muface reconoció que las entidades tienen una financiación insuficiente. Eso sí, Myriam Pallarés apuntó que en el último concierto se lograron dos reclamaciones que se venían demandando: que fuese a más largo plazo (tres años) y una prima incremental que no contemplaba en anteriores conciertos.
“El sistema ha funcionado durante los últimos 46 años porque aporta ventajas a todos los actores. En el caso de las administraciones públicas, por el ahorro en la financiación”, subrayó. Aún así, reconoció que el modelo necesita una evolución. Porque, entre otras razones, las CCAA son ajenas al modelo “y no encontramos un engranaje fácil en el mismo”.
También porque ha evolucionado la concentración de los proveedores de la sanidad privada. “Se sigue produciendo la infrafinanciación en un contexto con fuertes restricciones presupuestarias y la aplicación de nuevas tecnologías que son más caras. La evolución de modelo tiene que conjugar todas las partes”, reseñó.
¿Cambios inmediatos? “Son complicados”, reconoció la directora general de Muface. “El concierto fue aprobado por tres años pero hay un compromiso por parte de este gobierno de un replanteamiento de las bases del mismo para hacerlo más sostenible y perdurable”.
Por último, Pedro Cruz definió a las mutualidades como “una forma diferente de prestación sanitaria. No es un privilegio. Es distinto y más económico. Si desaparecen, es posible que desaparezcan los servicios privados quitando Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades. Las entidades que prestan el servicio sanitario no podrían soportarlo por no tener suficientes pacientes o beneficiarios. Hablamos de cerca de 40.000 médicos. La sanidad pública se vería colapsada si desapareciera el mutualismo”.