Las patronales del sector financiero tienen fijado en el calendario el año 2023 como fecha clave para que la economía española recupere los niveles anteriores a la pandemia, un camino que se deberá recorrer, en todo caso, a través de la colaboración entre el sector privado y el público.
Durante su intervención en el l Simposio del Observatorio de las Finanzas, un encuentro organizado por Invertia en su primer aniversario dentro de EL ESPAÑOL, que reúne estos días a los principales actores del sector financiero, Pilar González de Frutos, presidenta de UNESPA, ha explicado que el sector asegurador tendrá que esperar al segundo semestre de 2022 o, directamente, al ejercicio 2023 para vivir su propia recuperación.
En su opinión, el sector "no va a quedar indemne" pese a que, por sus características anticíclicas, algunas de sus variables hayan mejorado en 2020. En todo caso, González de Frutos cree que todo dependerá de cuánto se tarde en abrir del todo la economía y cuándo pueda funcionar del todo el sector turístico.
Por su parte, Antonio Romero, director corporativo de Servicios Asociativos y Recursos de CECA, ha apuntado que España no recuperará sus niveles de renta hasta 2023 y lo hará, además, con un retraso respecto a otras economías vecinas.
En su opinión, en todo caso, el sector financiero está preparado para afrontar ese camino. "Los balances bancarios ya han adelantado el impacto con provisiones (...) La crisis todavía no ha impactado vía dudosidad en los balances de las entidades de crédito españolas", ha apuntado Romero, que ha señalado que las entidades adscritas a CECA aumentaron su dotación de provisiones en 2,5 veces respecto a 2019.
En este escenario de recuperación, serán clave los fondos de la Unión Europea con los que España cuenta para apuntalar la salida de la crisis. Como ha expuesto Rodrigo García de la Cruz, presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), suponen una "gran oportunidad" para afrontar de una vez por todas la digitalización del sector productivo. "La podemos aprovechar o dejarla pasar", ha añadido.
Ahorro estructural
Para poner en marcha esta recuperación es esencial que el consumo se active y, con él, que se libere el ahorro acumulado forzosamente por los españoles durante la pandemia, que el Banco de España cifra en el 2,5% del PIB.
Romero, de CECA, ha explicado que los depósitos a la vista de los bancos crecieron un 10% en 2020. "Mucha gente está en posición de liquidez a la espera de que las condiciones sean distintas para adoptar decisiones que están posponiéndose", ha añadido.
Más allá de este ahorro coyuntural, desde el sector de la inversión esperan que el ahorro termine convirtiéndose en estructural a medio plazo. "Nuestra tasa de ahorro debe aumentar de manera estructural y no debido a shocks de falta de demanda. España necesita ahorro doméstico. No podemos depender de los inversores extranjeros que cuando baja la prima de riesgo vienen y cuando sube la prima de riesgo se van", ha apuntado Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco.
Este I Simposio del Observatorio de las Finanzas ha sido inaugurado por el presidente ejecutivo y director del periódico, Pedro J. Ramírez, que ha afirmado que el sector asegurador, especialmente en su rama sanitaria, ha jugado "un papel clave durante la pandemia". "Estoy seguro de que van a tener todavía una importancia mayor en el futuro inmediato", ha añadido.
Del mismo modo, Ramírez ha explicado que la banca debe tener un "papel fundamental" tanto como "destinataria y catalizadora" de parte de los fondos europeos como a la hora de garantizar "el apoyo necesario al tejido productivo".
Por su parte, Emilio Lora-Tamayo, rector de la Universidad Camilo José Cela y anfitrión del evento, que se celebra en su auditorio, ha apuntado que es necesario gestionar "pronta, eficiente y eficazmente" los fondos de la Unión Europea, algo que requiere un "liderazgo compartido, efectivo y dinámico".