El sector bancario considera que tanto las críticas que recibe por parte de algunos miembros del Gobierno como la creación del nuevo impuesto al sector se están haciendo con "un tono que parte de la base de que la banca está contra la sociedad", algo que deriva en un "señalamiento" que preocupa a las entidades.
"Lo que más nos ha preocupado es el tono con el que se ha planteado. Nos preocupa ese tono de señalamiento, de estigmatización, con nombres y apellidos", ha explicado Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), durante el III Observatorio de las Finanzas que organizan EL ESPAÑOL e Invertia.
En su opinión, el impuesto se basa en "dos falacias", que son que la banca obtiene beneficios caídos del cielo (para Kindelán se trata de una "normalización de la rentabilidad") y el rescate bancario.
Para la representante de la AEB, el impuesto "tiene un impacto contraproducente en la economía, un impacto a la hora de generar más crecimiento y más empleo, porque nos resta capacidad a los bancos de dar crédito". De hecho, desde el sector lo han cuantificado y consideran que cada 3.000 millones de euros menos de beneficio se traducen en 50.000 millones menos de crédito en la economía española.
Además, consideran que hay argumentos jurídicos de peso para luchar contra el gravamen en los tribunales, como la doble imposición, los problemas de competencia y la discriminación frente a los bancos de otros países. "Creo que hay muchas razones que nos hacen cuestionar este impuesto", ha añadido.
Las críticas de algunos miembros del Gobierno se dirigen en las últimas semanas hacia los beneficios récord que están logrando las grandes entidades, pero también hacia los sueldos de sus banqueros. Kindelán ha apuntado al respecto que los accionistas de los bancos cuentan cada año con el plan de remuneración, al que deciden si apoyar o no.
"Tenemos obligación de transparentar hasta el último céntimo. Regulación, supervisión, transparencia y comunicación a los accionistas es la garantía. Estas remuneraciones tienen que estar alineadas con el perfil de riesgo de las entidades. Además, en España tenemos bancos grandísimos y eso también se refleja en las remuneraciones", ha apuntado.
Autoridad de Defensa del Cliente
Kindelán ha explicado que, pese a las críticas, la relación que mantiene la banca con el Gobierno es "continua y constante", algo que les permite transmitir también al Ejecutivo los aspectos en los que no están de acuerdo.
"No nos gusta el impuesto, no nos gusta la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero. No nos gusta cómo está configurada esta autoridad", ha apuntado tajantemente Kindelán.
En su opinión, habría sido más positivo mejorar los actuales sistemas de reclamación del Banco de España, la CNMV o la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) para evitar "más costes y más incertidumbre para los propios reclamantes".
De hecho, ha puesto el ejemplo de una autoridad similar que existe en Reino Unido, la cual ha incrementado por diez (de 300 a 3.000) sus empleados desde su creación, al tiempo que las reclamaciones se han multiplicado por cinco o seis.
"Al tener una tasa que pagan las entidades pase lo que pase, si se le da la razón al cliente o a la entidad, genera un incentivo para reclamar y eso lleva a mucha litigiosidad, que es justo lo que pretende evitar la autoridad", ha dicho.
Precisamente esta semana la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero va a pasar su primer examen en el Congreso. Concretamente, los grupos parlamentarios debatirán el jueves las enmiendas a la totalidad que tanto ERC como Vox han presentado al proyecto de ley que crea esta autoridad.
Subida de los tipos
Por otra parte, para Kindelán, este es "el año de la normalización" para la banca tras años en los que la rentabilidad del sector ha estado "muy por debajo de lo que querrían los supervisores o lo que querría el mercado". De hecho, según ha dicho, la rentabilidad de la banca española (medida a través del ROE, la rentabilidad sobre recursos propios) ha llegado a estar por debajo del 4% en los últimos años.
"Ahora vemos los tipos de interés subir y estamos viendo cómo las rentabilidades se van recuperando. En los datos de cierre de 2022 ya hemos visto una recuperación de la rentabilidad, pero el supervisor nos dice que seamos prudentes", ha apuntado.
[La gran banca destinará al pago del nuevo impuesto 1.250 millones, un 16% de su beneficio de 2022]
De hecho, el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, así lo ha recordado durante su intervención en el Observatorio de las Finanzas.
Kindelán ha explicado que la subida de los tipos de interés se está trasladando "poco a poco" a la cartera de crédito de la banca, pero también hay activos que pierden valor a medida que se produce esa normalización de la política monetaria, como los de deuda pública.
Poca preocupación por la mora
En todo caso, la presidenta de la AEB considera que no se está apreciando un aumento preocupante de la morosidad. "En enfriamiento de la economía va a tener un impacto en el sector, en el volumen de activos del sector, y potencialmente en la mora. Hasta ahora no estamos viendo un problema en la mora, sigue en mínimos tanto en España como en Europa", ha dicho.
Detrás de este hecho se encuentra que la economía no se está desacelerando tanto como se esperaba y que "el empleo está aguantando muy bien". "La gestión de las entidades de las carteras morosas y del crédito es muy responsable y mucho más proactiva ahora, se ha aprendido bastante de la crisis anterior", ha agregado.