Mirenchu del Valle, secretaria general de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), ha demando “cierta seguridad jurídica” en materia de inversión socialmente responsable, ya que hoy el sector no cuenta con una taxonomía completa. “No sabemos lo que es la sostenibilidad ‘pata negra’ y ya estamos hablando de greenwashing y de ‘ecopostureo’”, ha subrayado.
Lo ha hecho durante su intervención en el III Observatorio de las Finanzas organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. En ella, Del Valle también ha indicado que para el sector asegurador es necesario “definir claramente las reglas del juego, para permitir a la industria desarrollar productos de inversión y toda una actividad que vaya en pro de ese cambio que demanda la sociedad”.
Tal y como ha incidido, “todas las entidades están buscando productos sostenibles que poner en el mercado”.
Del Valle también ha tratado el impacto de la digitalización en el sector asegurador, que “es un sector innovador”, en el que "la mayoría de empresas siguen en pie después de 100 o 200 años".
En su opinión, “la digitalización no es una amenaza”, a pesar de que “plantea riesgos”, sino que más bien “es una oportunidad”. “Somos un sector que utiliza el dato como materia prima. Tratarlo mejor va a generar enormes oportunidades para nuestros clientes, que van a tener mejores coberturas y servicios, y también para nuestros empleados, que van a poder hacer un trabajo con un mayor valor añadido”, ha explicado.
Por otro lado, la secretaria general de Unespa ha subrayado que, en el ámbito normativo, el seguro está “en plena ebullición”. Y “esa normativa puede tener un impacto en el desarrollo de nuestra actividad”.
En la patronal del seguro les preocupa “que en los últimos debates en el seno del Parlamento Europeo se empiece a hablar de que tal vez hay determinadas actividades en el ámbito asegurador que deberían ser calificadas de alto riesgo”. Una cuestión que “no es compartida con nuestro supervisor europeo y que no se han incorporado a los análisis de impacto previos a esta norma”, ha explicado Del Valle.
La secretaria general de Unespa ha puesto en valor que el sector asegurador facturase en 2022 en torno a unos 65.000 millones de euros, cifra que supone un 5% del producto interior bruto (PIB) de España. Sin embargo, si en vez de tener en cuenta el volumen de primas, mirásemos el volumen de las protecciones y garantías que damos a la economía y la sociedad, ese importe superaría 14 veces el PIB. “Es un importe que pone en valor la red de seguridad que aporta el seguro”, ha subrayado.
“Somos el primer gestor de ahorro finalista y a largo plazo de España” y también “una actividad muy preocupada por el bienestar de las personas”. “El segundo componente de nuestra actividad es el seguro del automóvil y después los seguros patrimoniales, donde se engloban los seguros de vivienda, industria y comercio”, ha explicado. Con esta amalgama de productos, el seguro está presente en el 96% de los hogares españoles.
Cambio climático
Del Valle también ha señalado la preocupación del sector por el cambio climático. “Tenemos un sistema de cobertura de riesgos catastróficos, con una vertiente de coberturas de riesgos climáticos que está presente en nuestro mercado desde hace más de 70 años”.
Y, aunque “es importante la participación que en este ámbito hace el Consorcio de Compensación de Seguros”, pero, en opinión de Del Valle “es todavía más importante la compensación que hacen las entidades aseguradoras privadas”.
Según las cifras que ha ofrecido, un 70% de las indemnizaciones pagadas por eventos climáticos está en manos del seguro privado. Este es un porcentaje que ha ido creciendo en los últimos años, a medida que ha ido incrementándose la frecuencia de estos eventos climatológicos extremos. El porcentaje llega al 85% si incorporamos también el seguro agrario.
“Somos un inversor institucional de primer nivel y un aliado necesario para una transición hacia una economía más justa y sostenible”, ha reiterado la secretaria general de Unespa sobre el papel del sector asegurador. En este sentido, ha resaltado que el 60% de los empleados son mujeres, que ocupan un 30% de los puestos de dirección.