La ralentización de la recuperación económica y la persistencia de problemas financieros en algunas empresas ha hecho saltar las alarmas sobre un eventual repunte de morosidad en la banca europea y española. Sin embargo, José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), considera que, "la banca siempre debe preocuparse por la morosidad, pero subirá a tasas muy suaves".
El presidente del supervisor europeo para la banca ha reconocido que "hay un pequeño incremento de mora en los préstamos que han estado en moratoria o sujetos a garantía pública". Así lo ha explicado en su intervención en la primera sesión del II Observatorio de las Finanzas organizado por EL ESPAÑOL-Invertia. Un encuentro que durante los próximos días reúne a los principales actores del sector financiero nacional y europeo.
Sin embargo, ha descartado que esto vaya a suponer un problema para el sector porque "el impacto que va a poder tener" sobre el balance de los bancos va a ser muy manejable. "Llevamos diciendo que la mora se incrementará desde el segundo trimestre de 2020 y hasta ahora nos hemos equivocado", ha señalado. Además, ha subrayado que si al arranque de la pandemia los créditos sujetos a moratoria o respaldo público sumaban 890.000 millones de euros, esa cifra "se ha reducido en un 90%, hasta los 80.000 millones".
En opinión de Campa, los bancos van a contar también con el impulso de la subida de tipos de referencia prevista por los bancos centrales. Aunque ha destacado que "más vale tipos bajos que negativos", lo que se traduce en "un escenario mejor que el de los últimos siete años", el presidente de la EBA ha remarcado que "la clave es verdaderamente que esta transición sea suave".
Después de "muchos años de revalorización de activos" a consecuencia de los tipos de interés en mínimos históricos, ha alertado que las prisas por subir tipos y doblegar la inflación podrían traducirse en "una distorsión abrupta para el ciclo económico y los mercados financieros". Algo que, en este caso sí, podría resultar en un mayor impacto sobre márgenes a consecuencia de una aceleración de la morosidad.
Buena salud del sector
De todos modos, el presidente de la EBA ha subrayado que la banca europea goza de "una salud relativamente buena", como revelaron los test de estrés efectuados por la institución en junio del año pasado. Además, Campa ha recordado que en aquel examen se planteaban escenarios de tipos más negativos para más tiempo, en los que "la mayoría de la muestra daba ratios de solvencia por encima de los mínimos regulatorios".
A consecuencia de estos indicadores, Campa ha hecho hincapié en que "la banca tiene capacidad sobrada para esta etapa de recuperación". Además, ha destacado que las criptomonedas "no son un problema para el sector bancario", ya que ni tienen exposición ni podría desembocar en una crisis reputacional porque "no se han recomendado". Sin embargo, ha destacado que el sector debe seguir muy de cerca su evolución, especialmente una vez que quede establecida la normativa europea MiCA.
Donde sí está el foco de la reputación de la banca hoy en día es en los servicios que ofrece a personas mayores. En este sentido, el primer espada de la EBA ha señalado que "los avances tecnológicos pueden tener usos positivos y negativos, como los fármacos, y la tarea del supervisor es evitar un mal uso y que los riesgos negativos no se materialicen". Por ello, ha destacado su preocupación por la educación financiera y digital de la población.
Y sin salir del capítulo de la tecnología, Campa ha aprovechado su intervención para señalar hacia los riesgos de seguridad digital que afronta el sector. En esta línea, ha destacado como ejemplo el hecho de que "hay cuatro o cinco proveedores de cloud que dan soporte al 90% de los bancos". "Es un riesgo que hay que vigilar", ha enfatizado.
Fusiones y sostenibilidad
Por lo que se refiere a los avances de la Unión Monetaria, ha lamentado el hecho de que sigue faltando "el tercer pilar" del fondo de garantía de depósito común y que las entidades financieras "dicen que no es rentable" embarcarse en fusiones transfronterizas. Aunque ha reconocido que le gustaría que una operación de estas características se produjese "lo más pronto posible", ha señalado que la tarea de la EBA es "trabajar para que las sinergias existan para que después las entidades puedan explotar las oportunidades que surjan".
En cuanto a la aportación de la banca a la transición ecológica de la economía, Campa ha destacado "la gran función" del sector en cuanto a canalización de ahorro y crédito para medir adecuadamente los riesgos a los que se está enfrentando "en cuanto a la economía que tiene que desaparecer y la que tiene que desarrollarse". No obstante, ha remarcado que "no se puede esperar que la banca sea la única que financie esta transición".