El proceso de digitalización de la economía, que se ha visto acelerado por la pandemia de la Covid-19, ha supuesto una revolución en los últimos años en el mundo de los pagos, con la aparición de nuevos canales y herramientas como Bizum. Una tendencia que las entidades bancarias esperan que siga acelerándose en los próximos años y que conducirá a una disminución progresiva del uso del efectivo.
Durante su intervención en el II Observatorio de las Finanzas, organizado por El Español e Invertia, Rubén Justel, general manager de Getnet Europe Banco Santander, ha señalado que va a haber una "clara tendencia" a ir eliminando el efectivo y a ir desplazando su uso hacia los pagos con tarjeta, algo que se ha acelerado durante la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, ha reconocido que es difícil ponerle fecha a su desaparición, ya que hay ciertos sectores en los que el efectivo es "importante".
Jordi Pascual Guerrero, director TPVs y Tarjetas de Empresa de Banco Sabadell, ha remarcado que todo este cambio es una cuestión de "usabilidad". Así, ha remarcado, por ejemplo, que los pagos con tarjeta ya han superado a las retiradas de efectivo en cajeros, así como que todos los canales de pago que están surgiendo son digitales.
En este sentido, ha remarcado que la tendencia es la de ir reduciendo el efectivo y vaticina que, aunque queda mucho, llegará un momento en que desaparecerá. Una opinión con la que no está del todo de acuerdo Fanny Solano, directora de Regulación Digital & Retail, Transparencia e Implementación Normativa de Caixabank.
Solano ha admitido que es evidente que habrá una disminución del uso del efectivo, pero no desaparecerá, ya que todavía existen muchas personas que valoran su utilidad. "Con el euro digital no va a desaparecer el efectivo. No estamos ahí todavía", ha agregado.
Asimismo, Pascual ha destacado que actualmente los pagos ya no sea realizan sólo a través de TPVs, sino que se emplean canales distintos que han llevado al consumidor a ir adaptando sus hábitos. "Ya no sólo es pagar, también es aplazar", ha incidido.
En esta línea, Justel ha remarcado que lo que se ha visto en la última década es que esto no va de servicios financieros, sino que va acompañado de tecnología mejorando la experiencia de compra.
"Lo que vemos es cómo la adopción de nuevos métodos de pago en esta industria es más rápida que en otras", ha agregado, quien ha incidido en que los bancos son los principales players en la industria de los pagos hasta el momento.
Por su parte, Solano ha remarcado que esta aceleración en medios de pago viene acompañada además por una mayor seguridad y tienen que hacerlo cada vez más invisibles. "Es algo a lo que la normativa nos ha impulsado, y ha permitido también que surjan nuevos productos y servicios. Se han establecido nuevas reglas más seguras para que los pagos sean eficientes y ágiles, pero que permitan dar seguridad a los clientes", ha resaltado.
El ejemplo de Bizum
En este contexto, Pascual ha destacado que Bizum "ha hecho bien los deberes", ya que tras crear una gran base de usuarios en los pagos entre personas, ha dado el salto al pago online y en su 'roadmap' está ahora l pago presencial. "Es un buen ejercicio para trasladarlo a otros países y que se vea cómo tractor de un proyecto mayor", ha afirmado.
A este respecto, Justel ha recordado que Bizum nació con una iniciativa de la banca española para ponerse de acuerdo a la hora de luchar contra los nuevos operadores entrantes mediante una experiencia de pago "sencilla y gran utilidad para el consumidor final". "Es la clave de su éxito", ha afirmado.
En este sentido, ha asegurado que en la entidad apoyan la Iniciativa de Pagos Europea (EPI) para crear un sistema de pago y una red interbancaria europea que compita contra MasterCard y Visa, pero ha admitido que hay muchos entornos y bancos implicados en este proceso, por lo que es "muy complicado" que se pongan de acuerdo entre sí.
En esta línea, Solano ha añadido que en Europa llevan años trabajando para implantar un sistema único de pagos y ha señalado que aunque Bizum es un ejemplo a seguir, no se puede poner un plazo para que esta iniciativa salga adelante, ya que se trata de algo "muy complejo".