El Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha reconocido este jueves que la Educación en España tiene "deficiencias", "dificultades", "problemas" y "falta de medios". "¿Y cómo sabe usted esto?, se preguntarán. Pues porque recibimos 33.000 quejas al año y uno se va haciendo a la idea de lo que está pasando", ha dicho durante su intervención en el II Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), celebrado en el CaixaForum de Madrid e impulsado por ENCLAVE ODS, EL ESPAÑOL e Invertia.
Gabilondo ha sido el encargado de dar el pistoletazo de salida a la jornada de este jueves y presentar la primera mesa redonda de la jornada, que lleva el título de Gran pacto de Estado para la educación en España. Para hablar de ello no sólo le avala su papel como Defensor del Pueblo, sino haber sido ministro de Educación y rector de la Universidad Autónoma de Madrid.
Durante su discurso, Gabilondo ha señalado algunos de los problemas que hay para el acceso a la Educación de calidad en gran parte del mundo, pero ha querido reconocer que esta es una problemática que, con su casuística propia, también se vive en España.
Según ha dicho, a la vez que en nuestro país se habla de la incidencia de las nuevas tecnologías o la innovación educativa, todos ellos reclamos con fundamento y legitimados, hay veces que no se cumplen los estándares básicos.
"Convivimos en algunos ámbitos con deficiencias estructurales en instalaciones escolares, con dificultades para acceder a centros, con complicaciones para becas y ayudas y con problemas en el transporte y el comedor escolar", ha asegurado, denunciando una "falta de medios para la educación inclusiva".
"La Ecuación de calidad es la base para mejorar la vida de las personas, así como para el desarrollo sostenible", ha asegurado. "Ninguna exclusión es mayor que la del conocimiento", ha añadido, llamando a vincular los esfuerzos educativos a los esfuerzos sociales, económicos y políticos. "El desarrollo sostenible empieza por la educación", ha puntualizado.
Antes de centrarse en la Educación, Gabilondo ha pedido apostar por "una dimensión ética del desarrollo", por el entendimiento de que los ODS son una cuestión en la que ha de participar toda la sociedad; no sólo los gobiernos, también los entes privados.
"Sería injusto no reconocer el creciente papel de los actores económicos en la protección de los Derechos Humanos", ha dicho. "Puesta la mirada en este asunto, hemos de preguntarnos a cerca del compromiso de los actores globales y la vinculación entre responsabilidad corporativa e inversión responsable", ha añadido.
"El crecimiento económico ha de acompañarse de la consideración de las necesidades sociales", ha apostado, y hay que "intensificar los esfuerzos para poner fin a la pobreza en todas sus formas, reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático".
"El crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medioambiente son clave para la prosperidad de las sociedades", ha zanjado.