Lo cierto es que muchos de nosotros hemos ido alguna vez a un gimnasio a ejercitar nuestro cuerpo o incluso a pasar un buen rato entre amigos. Sin embargo, seguro que muy pocos conocemos cómo fue el origen de estos espacios. Por ello, hoy mostraremos sus comienzos y la evolución que han sufrido desde que se creó el primero.
El primer gimnasio de la historia se atribuye a los antiguos griegos hace más de 2.500 años. El Gymnasion era un lugar donde los hombres entrenaban para competiciones atléticas y también se dedicaban al estudio y la filosofía. De hecho, estaban presentes en todas las ciudades-estado griegas, y su diseño variaba, pero generalmente consistían en un patio abierto rodeado por pórticos, habitaciones y baños. Las mujeres también eran bienvenidas en los gimnasios, pero sus actividades estaban limitadas y supervisadas por un instructor.
Los antiguos griegos valoraban mucho la forma física y consideraban el cuerpo atlético como una expresión de la belleza y la excelencia humana. Por lo tanto, en el gymnasion, los jóvenes recibían entrenamiento en diversas disciplinas atléticas, como la lucha, el salto, el lanzamiento de disco y la carrera, con el objetivo de mejorar sus habilidades físicas y prepararse para competiciones deportivas.
Además del ejercicio, también era un lugar de aprendizaje y debate filosófico. Filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles impartían sus enseñanzas en estos espacios, fomentando la educación y la reflexión intelectual. Los ciudadanos jóvenes asistían a estas lecciones para adquirir conocimiento y desarrollar habilidades de oratoria y debate. También servía como un lugar para que los hombres socializaran y establecieran conexiones en la sociedad. Era un espacio comunitario donde se forjaban lazos de amistad y se compartían experiencias culturales.
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Sin embargo, con los años la actividad deportiva y la formación física perdieron protagonismo, pues la sociedad priorizaba la religión sobre el cuidado del cuerpo. No fue hasta el siglo XIX cuando resurgió el interés por la actividad física y el desarrollo muscular, marcando el inicio de los gimnasios modernos. Con ello, surgieron máquinas de entrenamiento, se incorporaron nuevas disciplinas como el yoga o el pilates, y se establecieron cadenas de gimnasios a nivel global.
Evolución de los gimnasios
Antes de que el término "gimnasio" se popularizara, estos espacios recibían diversos nombres según la cultura y la época. En la antigua Grecia y Roma, se les conocía como "palaestra", donde la gente se reunía para practicar actividades físicas y deportivas, entrenando y compitiendo en eventos atléticos.
Otra denominación utilizada era "academia", en referencia a la Academia de Platón, donde se combinaba la filosofía, la ciencia y el deporte. En estos lugares, los atletas trabajaban tanto su cuerpo como su mente a través del ejercicio y la educación.
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Durante la Edad Media, los gimnasios eran conocidos como "dojos", un término japonés utilizado para los lugares de entrenamiento en artes marciales. Allí, los guerreros practicaban distintas técnicas de combate y se preparaban para la guerra.
Con el paso del tiempo, los gimnasios evolucionaron y adoptaron diferentes nombres, pero su principal función sigue siendo la misma: promover la actividad física y el bienestar de las personas.