Charles-Geneviève-Louis-Auguste-André-Thimothée d'Éon de Beaumont, también conocido como Chevalier d'Éon o Mademoiselle Beaumont fue un espía oficial al servicio de Luis XV. La vida de este diplomático y espía francés de la segunda mitad del siglo XVIII presenta una particularidad. Y es que D'Éon vivió como una mujer.
A pesar de haber nacido con el cuerpo de un hombre, Charles experimentó siempre una profunda incomodidad y vivió los primeros años de su vida atrapado en una identidad que no sentía como suya. En una época en la que la diversidad de género era poco comprendida y mal aceptada por la sociedad, Charles tomó una valiente y arriesgada determinación: emprender un camino de transformación hacia la mujer que sentía ser.
Este cambio no solo le permitió vivir en congruencia con su auténtica identidad, sino que también le otorgó una ventaja única en su papel como espía. Charlotte logró infiltrarse en los selectos círculos de la alta sociedad europea, donde nadie sospechaba su verdadera historia. Vestida con elegantes atuendos y exudando una personalidad encantadora, se convirtió en una figura irresistible para numerosos hombres influyentes, quienes cayeron rendidos ante sus encantos sin percatarse de que estaban siendo investigados.
De esta manera, logró obtener información valiosa sobre los planes y conspiraciones de diferentes países. Así muchas fuerzas de inteligencia francesas precisaban de su inteligencia y astucia para obtener información sobre los enemigos del país.
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Sin embargo, las aventuras de D'Éon no concluyeron en este punto. Tras su experiencia en la corte rusa, arribó a la capital británica en 1762 en calidad de secretario del embajador francés, el duque de Nivernais. Su misión consistía en negociar la Paz de París, un acuerdo que marcó el fin de la guerra de los Siete Años. Su habilidad para obtener información confidencial y su destreza en manipular a las personas la convirtieron en una de las espías más buscadas y temidas de su época.
Fue en 1766 cuando empezaron a surgir por todo Londres rumores acerca de su sexualidad, y en toda la prensa británica aparecieron caricaturas de d'Éon bautizado como 'Epiceno d'Éon', en clara alusión a su dualidad sexual. Tal fue el escándalo, que en la capital británica se llegaron a realizar apuestas acerca del sexo.
Finalmente, en 1774, enfrentando una creciente presión, Luis XV instó a D'Éon a poner fin a los rumores que circulaban. Sin embargo, en lugar de retractarse, hizo una declaración solemne afirmando ser una mujer. A pesar de sus palabras, se negó a someterse al examen médico completo solicitado por los médicos para certificar su género, limitándose a permitir una prueba táctil. Sorprendentemente, los médicos concluyeron que, sin lugar a dudas, Beaumont era en realidad una mujer.
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Sumida en la pobreza, pasó sus últimos años postrada en cama antes de fallecer el 21 de mayo de 1810 a la edad de 81 años. Después de haber vivido como un hombre durante media vida, D'Éon pasó otros 30 años como una mujer, aunque un examen post mortem revelaría que tenía órganos masculinos perfectamente formados en todos los aspectos.