El hallazgo de una carta amarillenta y escrita a mano acaba de abrir una nueva página en la historia del Vaticano. En realidad, ha confirmado lo que era un secreto a voces: Pío XII, el papa más controvertido de la historia por sus equilibros en la relación con Adolf Hitler y su supuesta connivencia con las barbaridades cometidas por el régimen nazi, tenía conocimiento del Holocausto desde al menos finales de 1942. La misiva, que se conservaba en los archivos de la Santa Sede, contrasta con la ambigua posición oficial defendida hasta ahora de que el pontífice solo habría recibido información vaga y no verificada y que salvó a miles de judíos escondiéndolos en instituciones religiosas.
El documento, dado a conocer este fin de semana por el periódico italiano Corriere della Sera, ha sido descubierta por un archivista del propio Vaticano llamado Giovanni Coco y se habría publicado con el beneplácito del papa Francisco. Se trata de un documento fechado el 14 de diciembre de 1942 y enviado por el padre Lothar König, un jesuita alemán que formaba parte de la resistencia antinazi, al secretario personal de Pío XII, el sacerdote Robert Leiber, que también era germano.
Coco ha explicado al citado diario que la importancia de la carta es "enorme, un caso único", porque demuestra que el Vaticano tenía información que confirmaba que los campos de trabajo nazi eran en realidad centros de exterminio. König detalló en su texto que le habían confirmado que unos 6.000 polacos y judíos eran asesinados cada día en los "hornos de las SS" en el campo de Belzec, en la Polonia ocupada por las tropas de Hitler.
"La novedad y la importancia de este documento deriva de un hecho: ahora tenemos la certeza de que la Iglesia católica en Alemania envió a Pío XII noticias exactas y detalladas sobre los crímenes que se estaban perpetrando contra los judíos", ha asegurado el investigador. También ha afirmado que la misiva, que hacía referencia a otros dos campos de exterminio, Auschwitz y Dachau, y que sugiere que fue solo un episodio de la correspondencia entre ambos religiosos, demuestra que el pontífice no solo estaba al tanto del Holocausto desde esa fecha, sino que probablemente lo sabía desde antes.
La misiva ha salido a la luz gracias a que el 2 de marzo de 2020 se desclasificaron todos los documentos relativos al pontificado de Pío XII, que se prolongó de 1939 a 1958, un tiempo en el que el pontífice fue acusado de guardar un inquietante silencio ante los horrores del régimen nazi. En junio del año pasado, el Vaticano publicó online miles de cartas escritas por los judíos europeos dirigidas al papa y pidiéndole ayuda frente a las persecuciones nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
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Los partidarios de Pío XII, cuyo nombre secular era Eugenio Pacelli, defienden que maniobró en la sombra para tratar de ayudar a los judíos y que no denunció el Holocausto para evitar que empeorara la situación de los católicos en la Europa ocupada por los nazis. Sus detractores, al contrario, dicen que le faltó coraje para revelar la información de la que disponía pese a las presiones del resto de países aliados.
Suzanne Brown-Fleming, directora de Programas Académicos Internacionales del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en Washington DC, ha comentado a la agencia Reuters que esta publicación demuestra que el Vaticano se está tomando en serio la afirmación del papa Francisco de que "la Iglesia no teme a la historia", en referencia a la luz verde que dio en 2019 para la apertura de los archivos de tiempos de guerra: "Existe el deseo y el apoyo a una evaluación cuidadosa de los documentos desde una perspectiva científica, ya sea favorable o desfavorable en lo que revelan los documentos".