Entre la densa maleza de Java Occidental, un historiador holandés descubrió extrañas y ancestrales construcciones en las montañas de Padang en 1890. Unos pilares de piedra dominan la cima de la colina. Su hallazgo pasó desapercibido por las autoridades. Un año después, en las cercanías del río Solo, Eugène Dubois pasó a la historia por encontrar los restos óseos de un Homo erectus que habitó el planeta hace medio millón de años.
El increíble hallazgo de Dubois revolucionó el panorama arqueológico. En su momento pensó que había descubierto el eslabón perdido y lo bautizó como Pithecanthropus erectus, "el hombre mono erguido". El yacimiento de Padang quedó ensombrecido por aquel “hombre mono” de Dubois hasta que en 1979, un grupo de campesinos redescubrió el lugar, llamando la atención de los investigadores indonesios. En 1998 fue declarado patrimonio cultural.
Gunung Padang ha sido considerado durante muchos años una estructura megalítica: se encuentra en la cima de un volcán extinto en Java Occidental, Indonesia, que los locales consideran un sitio sagrado. Durante muchos años ha habido desacuerdo sobre la naturaleza del cerro. Hay estudios que apuntan a que la colina se formó de manera natural y que diferentes poblaciones agregaron algunos adornos en la cima, mientras que otros apuntan que la colina es artificial y que fue fabricada por distintos grupos humanos. De ser así, sería una pirámide mucho más antigua que las de Egipto y que incluso podría tener “cámaras secretas”.
En un reciente estudio publicado por un equipo de arqueólogos, geofísicos, geólogos y paleontólogos afiliados a múltiples instituciones en Indonesia ha encontrado diversas pruebas que demuestran que Gunung Padang es la pirámide más antigua conocida en el mundo. En su artículo, publicado en la revista Archaeological Prospection, el estudio liderado por Danny Hillman Natawidjaja, del Instituto Indonesio de Ciencias, entre otros, describe su análisis de varios años en el yacimiento.
Para este nuevo estudio, el equipo de investigación realizó un estudio completo de toda la estructura. Entre 2011 y 2015, estudiaron la estructura mediante tomografía sísmica, resistividad eléctrica y radar de penetración terrestre. También perforaron la colina y recolectaron muestras de núcleos que les permitieron utilizar técnicas de datación por radiocarbono para conocer las edades de las capas que forman la colina.
Al estudiar todos sus datos, el equipo de investigación afirma tener claras evidencias que demuestran que el cerro fue fabricado en su mayor parte por manos humanas. También encontraron pruebas que muestran que la estructura se construyó a lo largo de varias fases, con miles de años de diferencia. Las partes más antiguas de la estructura se construyeron entre hace 25.000 o 14.000 años, lo que convierte esta “pirámide” en la más antigua del mundo. La más antigua de Egipto, la del faraón Zoser, se construyó en torno a 2600 a.C.
Los investigadores indonesios afirman que la estructura fue reforzada, por lo que, con el tiempo, crearon la estructura completa. La primera terraza consistía en lava esculpida, donde los constructores habían tallado formas en la cima de un pequeño volcán inactivo. Luego, varios miles de años después, en algún momento entre 7900 y 6100 a.C., otro grupo añadió una capa de ladrillos y columnas de roca. Otro grupo diferente añadió una capa de tierra a parte de la colina, enterrando parte del trabajo anterior y, finalmente, en algún momento entre 2000 y 1100 a. C., se completó con una capa superficial de tierra, terrazas de piedra y otros elementos.
Por si esto fuera poco, el equipo de investigación sospecha que en el interior de la colina artificial podría haber partes huecas, lo que sugiere posibles cámaras ocultas. Ante lo novedoso de estos últimos hallazgos, el equipo indonesio planea excavar para llegar a ellos e introducir varias cámaras para explorar estas áreas.