Las antiguas termas de San Casciano, un yacimiento situado en la provincia de Siena, en el centro de Italia, siguen arrojando espectaculares sorpresas arqueológicas. Tras el hallazgo el año pasado de un espectacular conjunto de 24 estatuas de bronce etruscas y romanas datadas entre los siglos II a.C. y I d.C., una nueva excavación en el sitio ha sacado a la luz una estatua de mármol de casi dos metros y en un perfecto estado de conservación que representa al dios Apolo joven con un lagarto.
El Apolo, que ha sido hallado en pedazos, algunos de los cuales, como los brazos y partes de la cabeza, aún no han sido recuperados, es una copia de un original en bronce del griego Praxíteles, uno de los más renombrados escultores clásicos. Junto a esta pieza también se han descubierto una ofrenda de piedra con una inscripción bilingüe y muchos pequeños objetos de bronce, terracota e incluso cristal.
El hallazgo "extraordinario", según ha destacado el Ministerio de Cultura italiano, efectuado por el equipo arqueológico del profesor Jacopo Tabolli, de la Universidad para Extranjeros de Siena, abre nuevas perspectivas sobre la cotidianidad del santuario y sobre la relación del dios con el cuidado de la salud.
La estatua de Apolo, una de las deidades más importantes de la mitología griega y romana, ha salido a la luz en una zona del yacimiento donde los investigadores creían que existía un pequeño edificio sagrado. En realidad, la estructura ha resultado ser un gran templo con el pórtico adornado con cuatro columnas y la parte central con la gran vasija parcialmente cubierta por un podio adornado con grandes estatuas, una de las cuales era quizás la del joven dios.
Tabolli ha destacado que esta joya construida, en total continuidad de culto, sobre un antiguo y pequeño altar etrusco, es una prueba del "valor sagrado que se daba al agua caliente de la fuente, que se sentía precisamente como una divinidad que brotaba de la tierra". El hecho de que el Apolo se haya encontrado a pedazos no responde a "un accidente", sino que la estatua "se rompió deliberadamente y luego se tiró justo en el momento del cierre definitivo del sitio, en el siglo V d.C", ha señalado a la agencia Ansa el director de la excavación, Emanuele Mariotti.
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"Las excavaciones de San Casciano revelan nuevas maravillas que atestiguan la fuerza de la historia. Ya hemos comprado el edificio que albergará un maravilloso museo. Gracias a quienes con pasión y dedicación están trabajando en este gran proyecto", ha revelado por su parte el ministro de Cultura, Gennaro Sangiuliano, en sus redes sociales.
Los arqueólogos llevan años excavando en San Casciano, en la provincia de Siena, que todavía en la actualidad es famosa por sus aguas y baños termales, lo que ha permitido reconstruir estas termas, fundadas por los etruscos y que los romanos convirtieron después en un monumental complejo consagrado al asueto pero también al culto de los dioses.
El santuario, con sus estanques, terrazas inclinadas, fuentes y altares, existió al menos desde el siglo III a.C. y permaneció activo hasta el siglo V d.C. cuando, en época cristiana, fue clausurado y sellado con enormes columnas de piedra.
En sus aguas se ha encontrado un sinfín de objetos y ofrendas a la divinidad, aunque el mayor hallazgo tuvo lugar hace un año, cuando 24 estatuas de bronce en perfecto estado, exvotos y otros objetos, pero también 5.000 monedas de oro, plata y bronce, fueron recuperadas del barro en lo que se consideró un descubrimiento que reescribe la historia del arte antiguo y con ella la historia del paso de etruscos y romanos por la Toscana.