El castillo de Almanzor en Toledo que alberga un museo abandonado de la Guardia Civil
El castillo de Maqueda se levantó sobre una fortificación romana. Dominando la submeseta sur resistió dos asedios en el siglo XII.
12 febrero, 2024 09:04Sobre un pequeño cerro de casi 500 metros de altura, flanqueado por la actual carretera N-403 que comunica Toledo con Ávila, se levanta incólume y recio el castillo toledano de la Vela, más conocido como castillo de Maqueda. Un rumor afirma que en una de sus torres residió durante una breve temporada Isabel la Católica, pero nunca se ha confirmado. Sus centinelas, que en la Edad Media se protegían de los proyectiles enemigos con cotas de malla y jubones, desde 1947 llevan un uniforme color verde y el tricornio desde que se instaló en su interior una casa cuartel de la Guardia Civil.
El Ministerio de Interior lleva intentando vender la propiedad desde 2013. Entrado el siglo XXI se demolió el cuartel y se iniciaron las obras para construir un Museo-Archivo del Instituto Armado que, después de una inversión de 7 millones de euros, nunca se inauguró. Levantada sobre un gran desnivel del terreno, la fortaleza ha sufrido numerosas reformas con cada nuevo dueño. De forma rectangular, sus sobrios muros de hasta 3,5 metros de espesor mezclan sillares de piedra granítica, ladrillos y mampostería.
Reformado en el siglo XV, sus murallas están repletas de almenas piramidales con numerosas saeteras. Además de sus tres torres circulares (a las que se añadió una rectangular) estuvo flanqueada por dos fosos y a su entrada un matacán artillado guardaba su verja de hierro. Con una vida militar breve pero intensa, resistió dos furibundos asaltos cuando el califa almohade Yusuf II cruzó el Mediterráneo y destrozó a los ejércitos castellanos en el desastre de Alarcos del año 1195.
Posición clave
El rey Alfonso VIII logró escapar de la escabechina y reorganizar a sus fuerzas en un Toledo en estado de pánico. Durante los años siguientes, el victorioso y numeroso ejército del califa se lanzó sobre el reino cristiano sembrando el caos y el miedo ante la impotencia castellana. Al norte de la ciudad regia, en el importante nudo de comunicaciones a orillas del río Alberche, la guarnición de Maqueda apretó los dientes y protegió sus murallas.
Las huestes y mesnadas almohades después de estrellarse contra sus murallas se contentaron con destrozar las poblaciones y campos cercanos. "E cortaronlas viñas, e los arboles (sic)", explican los Anales Toledanos. Aquellas incursiones se repitieron en 1196: "A otro año vino el Rey de Marruecos para Talavera, e por Maqueda, e por Toledo, e por Madrit (...) por la ira de Dios”.
Sobre la que un día sería Maqueda, se cree que los romanos construyeron un primitivo puesto de vigilancia ya medio en ruinas cuando en 981 Almanzor decidió levantar el castillo y encargar su construcción al arquitecto Fatho ben Ibrahim el Omeya.
Los caballeros cristianos se fueron acercando y las escaramuzas en torno al castillo aumentaron de intensidad poniendo en peligro las rutas comerciales que protegía, hasta que con la caída de Toledo en manos de Alfonso VI de León en 1085 Maqueda se rindió sin pelear.
Los reyes de Castilla reunieron a su corte al amparo de sus murallas en varias ocasiones y en el siglo XIII se asentó en la población una pujante judería. Para defender el flanco sur del reino, en 1201 fue donada a la orden de Salvatierra, convirtiéndose en su principal encomienda en Toledo hasta que en el siglo XV pasó por numerosos dueños.
Tras una breve ocupación napoleónica en el siglo XIX, el último episodio marcial del castillo ocurriría después de las razias almohades del siglo XII cuando su guarnición participó en la conquista del castillo de Calatrava la Nueva en las campañas que sucedieron a la gran victoria de las Navas de Tolosa.
"Se vende"
Al amparo de sus sobrios muros se levanta como un búnker de más de 3.500 m2 el Museo-Archivo de la Guardia Civil. Su construcción obligó una excavación arqueológica de urgencia en 2003 que determinó la existencia de algunos restos íberos. En sus momentos de gloria existió una mezquita que fue reconvertida en una Iglesia encomendada a la Virgen.
Sin embargo, sus últimos dueños colgaron en 2013 el cartel de "se vende" y ahí sigue año tras año. En 2023 el Ministerio del Interior fijó su precio en 3.254.196 euros. Hasta el momento no han aparecido interesados y todas las subastas han quedado desiertas.
Mejor negocio debió parecer cuando en el siglo XV se convirtió en residencia señorial y Pedro González de Mendoza, obispo de Sigüenza, logró venderla por 16 millones de maravedíes a Gutierre de Cárdenas, comendador mayor de la orden de Santiago que, gozando de la plena confianza de los Reyes Católicos, recibió de manos de Boabdil, el último rey nazarí, las llaves de Granada la noche entre el 1 y el dos de enero de 1492.
Este señor de Maqueda gozaba de numerosas posesiones en Toledo que alcanzaban las 37.000 hectáreas aunque, a finales del siglo, su nieto Bernardino de Cárdenas se mudó a Torrijos y el castillo y su villa comenzaron a decaer. Los investigadores de la Sociedad Española de Estudios Medievales María Concepción Quintanilla Raso y Fernando Blázquez Mayoral informan en su monografía sobre la familia nobiliaria que el castillo "permaneció en poder de los duques de Maqueda hasta el siglo XIX. Posteriormente, fue donado por su propietario a la Guardia Civil".
Después de más de mil años de existencia, el futuro de esta construcción considerada Monumento Histórico Artístico en 1931 sigue siendo incierto a pesar de la vigilancia policial. Las autoridades municipales intentan reconvertirlo en museo de la memoria aprovechando sus instalaciones, pero solo cabe esperar a que alguien se decida a echar mano al bolsillo.