Al norte de la provincia de Córdoba, en el municipio de El Guijo, se localiza un valle donde confluyen los arroyos de Santa María y de El Figueral. Allí, sobre un cerro amesetado habitado desde el Neolítico, se levantó un cortijo que da nombre al yacimiento arqueológico de Majadaiglesia. Bajo el suelo se mezclan las capas estratigráficas que esconden también restos de la Edad del Bronce y de pobladores íberos. En la década de 1930 se realizaron las primeras excavaciones que continuaron en las décadas de los años 70 y 80, y se documentaron varias estructuras de época romana que apuntaban a la existencia de una ciudad perdida en la historia.
Los arqueólogos de la Universidad de Córdoba (UCO) decidieron realizar una prospección geofísica que ha confirmado la existencia del asentamiento. Sus primeras conclusiones "demuestran la existencia de una verdadera ciudad en el yacimiento y respaldan la realización de una planificación sólida para su investigación", según anunció este martes en una rueda de prensa Eduardo Lucena, miembro de la delegación territorial de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.
Hasta ahora, "los restos que se habían descubierto en El Guijo se circunscribían a piletas de uso industrial y, aunque nos parecía que aquello fuera de la antigua ciudad de Solia, nos faltaban las pruebas", detalló por su parte Antonio Monterroso, arqueólogo de la UCO. "Gracias a las prospecciones que nos ha encargado la Junta hemos verificado que, junto a un gran complejo industrial, en teoría de uso minero, lo que hay es una ciudad que hunde sus raíces en épocas anteriores a la romana".
Diferentes épocas
En los dos meses que ha durado la prospección que buscaba conocer la misteriosa historia del yacimiento se estudiaron tres áreas concretas que abarcan gran parte de la ciudad y de sus suburbios. Su objetivo era determinar su posible extensión aproximada y documentar su complejo viario -los radares geofísicos han logrado sacar a la luz el trazado de una calzada romana- para, posteriormente, buscar paralelismos arqueológicos que permitan estudiar el lugar.
Para el análisis se han empleado técnicas de prospección geomagnética, una técnica muy usada en el estudio arqueológico que se basa en la detección de anomalías a través del estudio de las variaciones del campo magnético en el terreno. Se trata de un método de investigación no destructivo que alcanza los primeros metros del subsuelo de extensas superficies en un tiempo relativamente rápido. En el caso de Majadaiglesia se han podido identificar varias de estas anomalías vinculadas al entramado urbano.
En líneas generales, la cronología de este yacimiento, catalogado como Bien de Interés Cultural, es muy amplia. Abarca desde restos del Paleolítico y el Neolítico, pasando por cerámicas hechas a mano en la Edad del Bronce hasta llegar a la Edad Media. Los restos más llamativos datan de época romana. Cerca del cortijo de Majadaiglesia se encuentran una serie de estructuras hidráulicas levantadas con opus caemticum y los restos de una línea amurallada. En el mismo sitio se documentaron varias monedas y cerámicas de periodo iberorromano.
Las últimas informaciones del lugar indican que su declive ocurrió en época tardoantigua-visigoda, periodo del que se conoce un templo cristiano y una necrópolis junto a la ermita de Nuestra Señora de las Cruces.
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Ante los prometedores resultados, las autoridades municipales esperan que los investigadores que han realizado la prospección puedan seguir estudiando el lugar. Jesús Fernández, alcalde de El Guijo, ha destacado la importancia de este yacimiento en una zona despoblada y la importancia de la colaboración entre las instituciones para poder seguir investigando en estos recursos culturales y turísticos para así poner en valor el pasado de la comarca. Por ello, ha agradecido y animado a seguir trabajando "con eficacia y decisión, tal y como se viene haciendo".