Investigadores de las Universidades de Alicante y Murcia llevan estudiando desde 2017 las ruinas del yacimiento de La Alcudia, Elche. En sus más de 1.100 años de historia el sitio estuvo habitado por íberos, romanos, visigodos y andalusíes. Cuando el equipo del proyecto 'Damas y Héroes. Tras la Ilici ibérica' comenzó a investigar el lugar en busca de los orígenes del asentamiento apenas se sabía nada del que fue el hogar de la conocida como Dama de Elche, escultura que permaneció oculta hasta su hallazgo en 1897.
Las investigaciones de los últimos años han desvelado los vestigios de varias viviendas y construcciones que estuvieron adosadas a las murallas fundacionales de la ciudad íbera, datada en el siglo V a.C. Las evidencias arqueológicas demuestran que el yacimiento en sus tiempos de gloria fue una de las ciudades más destacadas del sudeste peninsular.
"Se sabía por la entidad de algunos de los hallazgos encontrados, entre los que destaca sin lugar a duda la escultura de la Dama de Elche. Sin embargo, faltaba dar con los restos arquitectónicos que explicaran la importancia de los grupos ibéricos allí asentados y que nos permitieran conocer cómo era la sociedad del momento", explica Alberto Lorrio, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Alicante y codirector del proyecto, en una nota de prensa distribuida por la institución.
Contestania
El descubrimiento de estos restos de las primeras fases de población de la Ilici ibérica ha permitido dar "contexto a las élites ibéricas que encargaron esculturas como la Dama de Elche", afirma Lorrio, que asegura que los últimos vestigios documentados son aún más esenciales e importantes para la historia y la arqueología que el descubrir una escultura similar.
Los íberos contestanos que habitaron en La Alcudia extendieron su influencia y su poder por una gran zona entre las provincias de Alicante, Murcia, Albacete y el sur de Valencia. En algún momento de su historia decidieron abandonar Ilici debido a las frecuentes inundaciones que sufrían y se trasladaron a un lugar más alto, "no sin antes rellenar el interior de las antiguas viviendas, previamente abandonadas", explica Lorrio.
Al abandonarse de manera voluntaria apenas se han registrado restos de cerámica, habituales en otros yacimientos contemporáneos. Atrás dejaron lo que no pudieron llevarse, lo que ha permitido a los arqueólogos conocer las técnicas constructivas de los primeros íberos que habitaron el lugar. La muralla -de al menos 5 metros de altura- se levantó usando una mezcla de zócalos de mampostería cuya altura se amplió con alzados de adobe, material utilizado en la construcción de bancos y poyetes en las casas.
La monumentalidad de estas obras da muestras del poder que llegaron a tener las élites aristocráticas que gobernaron en la antigua Contestania y que planificaron con detalle la construcción de la ciudad, "la primera metrópoli, la primera gran ciudad ibérica de la Contestania y la más antigua. No existe ninguna más antigua de esta envergadura", desarrolla Héctor Uroz, otro de los codirectores del proyecto.
Muralla antisísmica
Uno de los elementos que más sorprendió a los investigadores en las anteriores campañas fue el hecho de documentar que la muralla contó con "sistemas antisísmicos solo identificados en este yacimiento", detalla Lorrio. Por su alto grado de complejidad presente en la muralla y los hogares documentados hasta la fecha, sus directores apuntan que todo el lugar "responde a un diseño preconcebido y perfectamente planificado, acorde a la importancia del asentamiento".
Además, Uroz asevera: "No hay otra zona en La Alcudia donde se haya identificado la última y la primera fase con toda la secuencia intermedia. Aquí encontramos la evolución completa de uno de los yacimientos más importantes de España".
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La excavación del lugar ha finalizado. El yacimiento ya está cubierto para su protección y el siguiente paso de los investigadores se va a centrar en realizar diversos análisis en los laboratorios de las últimas piezas halladas. En las próximas campañas su objetivo se centrará en ampliar las zonas de excavación hacia el interior del poblado para obtener una imagen más completa de su primera etapa ibérica.
Se enfrentan ante una labor "muy compleja pues implica abordar la historia de La Alcudia en sentido inverso, lo que en la zona se traduce en el hallazgo de restos de construcciones, enterramientos y potentes basureros pertenecientes a diferentes épocas, como la tardorromana o la bizantina", como ya ha sucedido en las campañas anteriores en ese mismo sector, en los que se ha llegado a profundizar hasta cuatro metros.
En el proyecto 'Damas y Héroes. Tras la Ilici ibérica', financiado por el Vicerrectorado de Investigación de la Universidad de Alicante y apoyado por la Generalitat valenciana y el Ayuntamiento de Elche, participan activamente estudiantes de las universidades de Alicante y Murcia.