Un equipo de arqueólogos ha descubierto el ágora, la plaza principal, de la antigua ciudad eólia de Egas, en el actual distrito turco de Yunusemre. Se trata de una de las doce ciudades eolias establecidas en Anatolia occidental y a 13 kilómetros de la costa. Gracias a las excavaciones realizadas en ella desde 2004 se sabe que fue fundada alrededor del año 700 a.C.
Ubicada en una zona montañosa, la polis pudo mantener su independencia del imperio persa durante una larga temporada, tal como afirmó el historiador y militar griego Jenofonte. Más tarde, fue un gran centro comercial en época helenística, entre los años 323 y 30 a.C. "En cuanto al ágora, en la zona donde se reúnen los edificios públicos y donde la gente pasaba gran parte de la vida diaria", explica en un comunicado Yusuf Sezgin, jefe del departamento de arqueología de la Universidad de Manisa Celal Bayar y director de las excavaciones.
"También encontramos relieves con cabezas de toro bajo los techos de las stoas [pórticos de columnas] con las que no estamos muy familiarizados. Creemos que son importantes, ya que estas cabezas de toro suelen estar asociadas a dioses", desarrolla el director.
Dioses y bárbaros
La ciudad de Egas, mencionada por Estrabón y Heródoto albergó santuarios y templos a varias deidades como Atenea o Démeter. De esta última diosa aparecieron el pasado noviembre varias estatuillas en unas cisternas de agua y debió ser una deidad especialmente adorada en la polis teniendo en cuenta que se trata de una ciudad esencialmente agrícola y Démeter estaba asociada a la fertilidad.
Fertilidad que esquivó a sus moradores cuando en el siglo III d.C., cuando la ciudad estaba dominada por el Imperio romano, los bárbaros godos burlaron el limes del Danubio y devastaron la polis que quedó abandonada durante mil años. Los últimos edificios datan del siglo XIII cuando aquel campo de ruinas fue colonizado de nuevo por los bizantinos, para volver a ser arrasado por guerreros turcomanos.
En cuanto a los relieves de toro que han aparecido en la excavación del ágora, Segzin apunta a que podrían estar asociadas con uno de los dioses olímpicos más venerados en todo el mundo griego. "Lo más probable es que estén relacionadas con el dios Apolo, ya que hemos encontrado inscripciones relacionadas con este dios en el área en la que estamos trabajando".
Al encontrarse junto a una serie stoas, una estructura sencilla, pero asociadas a ofrendas y divinidades, es muy probable que estas cabezas estén relacionadas con rituales. "Esto puede estar relacionado con una guerra muy importante o una ofrenda hecha a los dioses", añade el director.
En cuanto al futuro de las investigaciones, los arqueólogos afirman que tras enviar los nuevos hallazgos al Museo de Manisa, se centrarán en asegurar las zonas del ágora excavadas para su conservación y restauración.