Puente romano de Villa del Río (Córdoba)

Puente romano de Villa del Río (Córdoba) Ayuntamiento de Villa del Río

Historia

La ciudad perdida que los godos fundaron en Córdoba: era clave para defender el Guadalquivir

Un geógrafo andalusí del siglo XI mencionó la existencia de Baiyara, una importante ciudad fundada por el rey Recaredo. 

27 agosto, 2024 08:08

"Esta ciudad fue construida por Recaredo hijo de Leovigildo, rey de los godos; fue este rey quien unificó las sectas cismáticas del país, puso fin a las herejías, suprimió las controversias religiosas y creó ochenta diócesis con otros tantos obispos", relató sobre los orígenes de la entonces ciudad andalusí de Baiyara el geógrafo ceutí del siglo XI al-Himyari en su obra El libro del jardín fragante.

"Su puerto sobre el Guadalquivir está provisto por un muelle de albañilería. La calzada principal comenzaba en la puerta de Narbona y terminaba en la de Córdoba pasaba por la puerta de esta ciudad", prosigue al-Himyari que la sitúa en la cora de Córdoba. Poco más se sabe de esta medina de origen godo de la que tan solo se recuerda su nombre en árabe y que se perdió entre las calzadas de la Vía Augusta y las aguas del Guadalquivir.

Según el medievalista José María Lacarra, que durante la Guerra Civil trabajó en el Archivo Histórico Nacional del asfixiante Madrid bajo asedio de las bombas sublevadas y la tensión de las milicias republicanas, se debía situar muy cerca de las ruinas de la civitas romana de Epora (Montoro). Quizás su nombre fuese arabizado como Baiyara, razonó el medievalista.

'La conversión de Recaredo', cuadro pintado por Antonio Muñoz Degrain en 1888.

'La conversión de Recaredo', cuadro pintado por Antonio Muñoz Degrain en 1888. Colección del Senado

Monte de los Godos

Abrazada por los meandros del alto y medio Guadalquivir antes de abrirse en un valle, la hispana Epora era una ciudad federada, el rango más alto que podía alcanzar una civitas y acuñaba sus propias monedas de bronce. Convertida en un conjunto de ruinas apenas poblada por esquivos fantasmas en el siglo VI d.C. quedó enclavada en el limes del reino visigodo de Toledo con los "insolentes" bizantinos de la provincia de Spaniae. 

En una zona estratégica que hacía de cerrojo para el control del río es bastante probable que los soberanos de Toledo construyesen una fortificación militar en Montoro, población que contó con un castillo que fue demolido a finales de la Edad Media. Su nombre actual es muy posible que sea una castellanización de Mont Gothorum, como pudo conocerse en la tardoantigüedad. Del paso de los bárbaros por la zona queda constancia a través de una serie de hallazgos epigráficos y estelas funerarias

Fotografía aérea de Montoro.

Fotografía aérea de Montoro. Wikimedia Commons

"Algunas personas de nombre germánico aparecen en relación con las estructuras del poder civil o religioso. En una lápida de Montoro del 562 se cita a un tal Wiliulfo vir inlustris [hombre ilustre] y del 643 es otro epígrafe que hace mención de Reccisuinthus, un diácono de la iglesia local", explica Antonio Arjona Castro, cronista oficial de Zuheros en su artículo sobre la historia visigoda de Montoro publicado en el volumen Córdoba y sus pueblos publicado por la Asociación Provincial Cordobesa de Cronistas Oficiales. 

Esto explicaría la "fundación" visigoda de Baiyara pero Al-Himyari cita que a  través de esta ciudad perdida pasaba la Gran Calzada, la Vía Augusta, y que se encontraba a 10 millas árabes -14,5 kilómetros- de la localidad de Bulkuna (Porcuna). Sin embargo, Montoro se sitúa a 24 kilómetros de esta. ¿Es posible un error tan grande en un reconocido geógrafo?

La Gran Calzada

Siguiendo las aguas del Guadalquivir, a cerca de 14,5 kilómetros de Porcuna se llega a Villa del Río, que cuenta con los restos de un castillo andalusí. Retomando el texto de Al-Himyari se lee que contaba con un gran puerto de albañilería, es decir, construido por profesionales como es el caso de los dos que existieron en la citada localidad. ¿Por qué sería tan importante destacar este hecho? 

"En cualquiera de estos muelles estaría situada la Aduana, o puerta de entrada por el río Guadalquivir al reino de Córdoba para el cobro del impuesto 'portazgo y alcabalas' de los pinos que bajaban por el río, desde la sierra de Cazorla en el reino de Jaén y entraban al Guadalquivir por Villa del Río, dado que era la primera población del reino de Córdoba que se encontraban los mercaderes", explica José Luis de Lopez y López de Riego, cronista oficial de Villa del Río en su artículo sobre Baiyara publicado por la Asociación Provincial Cordobesa de Cronistas Oficiales.

Castillo de Villa del Río.

Castillo de Villa del Río. Wikimedia Commons

Además, según explica el cronista, la Gran Calzada que comunicaba las actuales Cádiz con Tarragona y Narbona pasaba por el puente romano de Villa del Río, muy cerca de las puertas. Estas también son descritas por el geógrafo árabe: "la puerta existe todavía [siglo XI] sin la menor grieta y su altura sobre el suelo es tal, que un jinete no podía alcanzar su cúspide con la punta de su lanza".

Sin embargo, esta calzada no pasaba por la entrada de Montoro ya que su núcleo se originó en el Castillo de la Mota, demolido en el año 1469 como castigo por la sublevación contra Enrique IV de Castilla. Protegido por un foso al fondo del meandro, un ramal le comunicaba con la calzada a 500 metros de distancia. ¿Pero existen pruebas de poblamiento visigodo en Villa del Río tal como dice al-Himyari sobre la esquiva Baiyara?

Una serie de estudios sobre las antiguas murallas de la localidad ribereña desvelaron que los cimientos se construyeron con grandes sillares de piedra molinaza, quizá de origen romano. Es posible, razona José Luis López, que se tratase de una vieja turris romana que vigilase la estratégica calzada en aquella frontera entre la Meseta y el valle de Guadalquivir que pudo ser restaurada y ampliada más tarde por los visigodos en un contexto de conflicto con los bizantinos pero no se conocen más datos sobre el pasado romano y godo del castillo.  

¿Montoro o Villa del Río? Ambas cuentan con argumentos tanto a favor como en contra. También parece que no se trataría realmente de una fundación visigoda ex nihilo. Al-Himyari y su texto escrito hace más de 1.000 años aún siguen generando preguntas. Quizá la pieza clave que permita localizarla aún se esconda bajo el subsuelo de alguno de los dos pueblos cordobeses o en algún legajo medieval perdido en los archivos. Baiyara, conocida por su nombre árabe, sigue perdida devorada por el tiempo, el olvido y las aguas del Guadalquivir.