Cristóbal Colón, en vida, dejó firmado de su puño y letra que había nacido en la localidad italiana de Génova. Pero casi desde el mismo momento de su muerte, registrada el 20 de mayo de 1506 en Valladolid, han aflorado multitud de teorías que reivindican unos orígenes difrentes para el almirante y descubridor del Nuevo Mundo. Se le han atribuido más de 25 nacionalidades distintas —algunas propuestas son realmente rocambolescas, como las que afirman que era noruego, sueco, húngaro, griego, ruso o escocés— y ahora, más de cinco siglos después, parece que al fin se va a arrojar luz sobre este singular misterio. La última palabra la tiene la genética.
Este sábado, coincidiendo con el Día de la Hispanidad, La 1 emitirá los resultados de una larguísima investigación emprendida hace más de veinte años por José Antonio Lorente, catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada, y el historiador Marcial Castro, y que ha contado con la colaboración de numerosas universidades internacionales. El "thriller documental" ADN Colón. Su verdadero origen, de 1:45 horas de duración, se anuncia como la respuesta a dos grandes interrogantes en la biografía colombina: su verdadera procedencia y dónde se encuentra enterrado.
La segunda cuestión, mucho menos disputada, se ha avanzado este jueves en una rueda de prensa celebrada en la Real Academia Nacional de Medicina. No ha habido sorpresa: los restos óseos que se encuentran en la catedral de Sevilla son efectivamente los de Cristóbal Colón. La investigación, según ha anunciado Lorente en una intervención telemática desde el Colegio de Médicos de Sevilla tras perder el avión que debía llevarle a Madrid por un problema mecánico con su coche, así lo establece "de modo definitivo": "Alguien puede decir que eso ya se dijo. En el comienzo de los estudios, en los años 2003-2005, se concluyó que era una compatibilidad posible, aunque la probabilidad era baja porque no teníamos suficiente cantidad de ADN. Pero ahora gracias a las nuevas tecnologías queda afianzada esa conclusión previa parcial".
Los restos del almirante, su hijo Hernando y su hermano Diego —cuatro, siete y doce fragmentos de hueso, respectivamente— fueron exhumados de su sepulcro en la catedral de Sevilla al principio del proyecto. Pero solo la mejora de las pruebas genéticas ha permitido lanzar esta afirmación categórica —los investigadores reconocen que hay huesos de Colón que podrían estar también enterrados en República Dominicana, aunque las autoridades del país caribeño no les han dado permisos para estudiarlos en el laboratorio—.
Sobre el otro misterio, el realmente polémico, apenas se han avanzado unos detalles. Hay mucho secretismo. Se ha proyectado un pequeño clip del documental en el que se ve cómo José Antonio Lorente convoca a Madrid, a la Real Academia Nacional de Medicina, a los defensores de las ocho teorías "finalistas" sobre el origen de Colón. El largometraje adquiere tintes de reality show mostrando el mismo número sillas con sus respectivas banderas y adelantando que solo una será la ganadora.
"Para nosotros hay un final bastante claro, un puzle que encaja", asegura Regis Francisco López, el director. "El resultado final creemos que encaja perfectamente y va a sorprender. Además, se dan muchos resultados a lo largo del documental a cada una de las teorías finalistas. La gente que lo vea se va a tener que pellizcar porque hay momentos de una gran emoción". Marcial Castro, en un marquetiniano momento del filme, asegura que "esto va a cambiar definitivamente la historia, va a ser algo revolucionario". Más allá de la parafernalia televisiva, Lorente presentará el próximo mes de noviembre en la Universidad de Granada los resultados científicos de la investigación, que se publicarán también en una revista internacional.
Hasta ahora, la versión tradicional, la que defiende la Academia y los historiadores expertos en la figura colombina, presenta al descubridor de América como genovés. Esa es "la defensora del título", en palabras de Francisco López. La gallega, por su parte, presenta a Colón como un noble gallego; la portuguesa dice que fue un corsario y noble llamado en realidad Pedro Ataíde; la castellana también lo proyecta como vástago de nobles del reino y que por eso llegó a ser almirante; la judía propone que el marino habría ocultado su origen para no ser expulsado de España; la vasco-navarra que sería un agote, miembro de una casta muy perseguida; y la mallorquina lo reivindica como descendiente del príncipe de Viana y sobrino de los Reyes Católicos.
Cristóbal Colón de Carvajal y Gorosábel, duque de Veragua y descendiente del almirante, ya conoce los resultados de la investigación y así se ha manifestado al respecto: "Realmente entra dentro de las posibilidades conceptuales que tenía. He trabajado la vida de mi antepasado durante mucho tiempo, leído más de doscientas biografías... y no es una sorpresa".
Más escépticos se han mostrado los defensores de otras teorías presentes en el acto de presentación. "Mi opinión es que después del documental seguirá habiendo debate, que es como la religión", asegura Eduardo Esteban, presidente de la Asociación Colón Gallego. "El análisis científico, para mí, es una prueba más, pero es limitado, se hace por línea patrilineal. Es una ayuda muy importante para saber las zonas geográficas, pero creo que no va a haber un resultado concluyente, ni interesa hacerlo". Cada uno que saque sus propias conclusiones el sábado después del partido de la Selección española de fútbol.