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Incansable en su empeño de encontrar la tumba de Cleopatra en el yacimiento de Taposiris Magna, situado a 45 kilómetros al oeste de Alejandría, la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez y su equipo siguen realizando fascinantes hallazgos sobre los momentos finales del Antiguo Egipto. En la última campaña de excavaciones realizada bajo el muro sur del recinto del templo dedicado al dios Osiris, los investigadores han encontrado un depósito ritual con gran cantidad de artefactos, algunos relacionados con la famosa reina.

Según ha anunciado el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto, la misión egipcio-dominicana ha sacado la luz una "extraordinaria" colección de piezas ceremoniales que ofrecen nueva información sobre la historia de esta región al final de la época ptolemaica. Se han documentado figurillas de bronce, recipientes cerámicos y de vidrio, cuentas de collar, un escarabajo con la inscripción "la justicia de Ra ha surgido" o lámparas de aceite. Pero también un tesorillo de 337 monedas, muchas de las cuales estampadas con el rostro de Cleopatra VII (69-30 a.C.).

Entre los hallazgos destacados en la nota de prensa del Ministerio se contabilizan dos cabezas de esculturas. La primera representa a un hombre portando el tocado funerario real, el nemes de los faraones. La otra es una pequeña efigie de una mujer que luce el pelo recogido y una diadema real.

Las últimas piezas descubiertas en Taposiris Magna. Ministerio de Antigüedades de Egipto

Según la interpretación de Kathleen Martínez, podría tratarse de un retrato de Cleopatra. Sin embargo, el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, Mohamed Ismail Khaled, ha desvelado que existen discrepancias en este sentido entre los arqueólogos. La posición oficial del Gobierno egipcio es que se trata de la representación de una princesa o miembro de la nobleza, pero no de la audaz y culta reina que gobernó por derecho propio, cuya tumba consideran que está bajo el agua en Alejandría y no en Taposiris Magna.

El equipo de arqueólogos también ha podido documentar los vestigios de un templo griego datado en el siglo IV a.C. que fue destruido entre el siglo II a.C. y comienzos de la época romana. Se encontraba en una zona próxima a una intrincada red de túneles que se extendía entre la costa mediterránea y el lago Mariout. Además, se ha identificado una necrópolis con una veintena de catacumbas y una tumba subterránea de tres cámaras —en una de ellas se conservaban nueve bustos de mármol blanco— bajo el antiguo faro de Taposiris Magna.

Los trabajos de investigación han continuado en las zonas de Taposiris Magna que se encuentran sumergidas en la actualidad y han permitido revelar estructuras artificiales, restos humanos y grandes cantidades de cerámica. Según el Ministerio de Turismo y Antigüedades, estos hallazgos son fundamentales para aumentar el conocimiento del sitio en época ptolemaica y sus prácticas culturales, ceremoniales y arquitectónicas. Las excavaciones se retomarán más adelante para tratar de descubrir más secretos del antiguo templo y su relación con Cleopatra.