En España son muchas las ciudades que se conocen que son de origen romano, sin embargo, fuera del territorio español también cabe hablar de importantes urbes que los romanos construyeron que hoy en día forman parte de su legado patrimonial.
Sin salir de la Península Ibérica, encontramos una ciudad en Portugal que es conocida como la "Roma" portuguesa por conservar gran cantidad de monumentos romanos de aquella época en la que era llamada "Bracara Augusta".
Si hablamos de una ciudad con vestigios romanos en Portugal tenemos que hablar de Braga, la ciudad portuguesa más antigua y una de las ciudades cristianas más antiguas del mundo.
La ciudad de Portugal es considerada la 'Roma' portuguesa
Se trata de una urbe que fundada por los romanos en el año 16 a.C. y nombrada "Bracara Augusta" en honor del emperador César Augusto. Se fundó sobre un poblado indígena de los bracari, después de la pacificación definitiva de la región e incluida primero en la efímera provincia Transduriana y después en la Tarraconensis.
Se convirtió en la capital de la provincia romana de Gallaecia, de la mano del emperador Caracalla en el siglo III d.C. y fue un importante centro administrativo, económico y cultural en la región. Con la caída de Roma, la ciudad de Braga fue un importante bastión del reino suevo de Galicia en la Edad Media.
Monumentos y vestigios romanos en Braga
Braga conserva varios monumentos y vestigios de su pasado romano. El principal (y más importante) monumento romano en Braga son las termas romanas de Maximinos, construidas en el siglo II d.C., y constituidas como un complejo de baños que incluye salas frías, templadas y calientes, así como áreas de recreo y esparcimiento.
Cabe destacar que las termas eran de gran importancia para los romanos en lo que a su ocio se refiere. Los baños públicos eran un lugar donde los plebeyos podían relacionarse entre sí, mientras que las personas con mayor rango social y económico tenían sus baños y fiestas privadas (como pasaron a la historia las fiestas eróticas del emperador Calígula).
Además, cabe destacar que anexo a las termas, hay un teatro romano que data del mismo periodo de tiempo, de tal forma que se cree que fue construido a principios del siglo II d.C. Este teatro fue descubierto en 1999 y únicamente se conserva parte de los vomitorios (entradas y salidas), las gradas y las columnas de los escenarios. El resto ha desaparecido, probablemente como material para construir las murallas, tal y como indican desde La Voz de Galicia.
También se conserva la Insula da Carvalheiras, un barrio completo de época romana. Cabe destacar que integra una domus y varias tabernae. Además, en la ciudad podemos ver los restos de varias domus, como la de la Escuela de la Catedral Vieja, la Domus de Santiago o la Domus das Frigideiras do Cantinho.
De la misma manera, llama la atención conocer que en el interior de la Biblioteca Lúcio Craveiro da Silva hay un tramo muy bien conservado de una cloaca de época de Augusto. También en el Convento da Inmaculada hay parte de la antigua muralla romana de la ciudad.
Aunque gran parte de la muralla original ha desaparecido, todavía se pueden encontrar algunos tramos de la antigua muralla romana que rodeaba la ciudad. Estos restos son testimonio de la importancia defensiva de Bracara Augusta en la época romana.
Todos estos monumentos son representaciones de la importancia que tuvo la ciudad en su pasado vinculado al Imperio romano. En cualquier caso, la historia de Braga es una historia de influencias romanas, visigodas, musulmanas y cristianas, que han dejado una huella indeleble en la ciudad y han contribuido a su carácter único y su importancia histórica.