La presencia de los romanos en África es una parte fascinante de la historia del Imperio de la Urbs, que tuvo un impacto significativo en la región tanto cultural como económicamente.
Muchos sitios romanos en África han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, incluyendo Cartago, Dougga, Sabratha y Timgad, entre otros.
Pero entre estas ciudades romanas destaca Leptis Magna o Lepcis Magna, que fue una urbe importante de la república de Cartago y posteriormente del Imperio romano. Fue fundada entre 1100 y 1000 a.C. por los fenicios, que escogieron para su asentamiento un enclave en una colina junto a la desembocadura del wadi Lebdah. Actualmente, sus ruinas están ubicadas cerca de Trípoli, en Libia.
Llama la atención el nombre de esta ciudad: "Leptis Magna" o también "Lepcis Magna". En algunas inscripciones también se encontró "Leptimagnensis Civitas". Sin embargo, ¿por qué "Magna"? Probablemente, la localidad fue denominada "Grande" ("Magna") en contraste con la Leptis Parva del actual Túnez. En cuanto a "Leptis", significa "ciudad antigua o ruinas arqueológicas".
Como mencionábamos anteriormente, si bien es cierto que fue fundada por los fenicios, más tarde cayó bajo el dominio cartaginés y, finalmente, se convirtió en parte del Imperio romano después de la tercera guerra púnica en el siglo II a.C.
La ciudad alcanzó su apogeo bajo el emperador Septimio Severo (193-211), nacido allí. En consecuencia, tal fue su importancia que han sobrevivido hasta la actualidad impresionantes vestigios que incluyen un teatro, un foro, unos baños termales y una basílica, entre otros. Además, su puerto fue uno de los más importantes del Mediterráneo en su tiempo.
Como emperador, Severo invirtió mucho en su ciudad natal, embelleciéndola con numerosos edificios públicos y monumentos, de tal forma que la ciudad es conocida por su impresionante arquitectura y sus bien conservados monumentos.
Entre estas edificaciones tan espectaculares se encuentran el Arco de Septimio Severo, que es un majestuoso arco de triunfo erigido en honor del emperador; el teatro, considerado como uno de los teatros romanos mejor preservados en el norte de África; el foro, que es un gran espacio público rodeado de templos, basílicas y otros edificios administrativos; las termas de Adriano, que fueron unos baños públicos construidos en honor al emperador homónimo; el mercado, un complejo comercial que muestra la prosperidad de la ciudad; y el anfiteatro, que como solían hacer los romanos, era utilizado para espectáculos y combates de gladiadores.
Son muchos los expertos sobre la ciudad romana de Leptis Magna que han realizado investigaciones exhaustivas sobre el sitio. Entre ellos, Richard Goodchild, un arqueólogo británico conocido por sus trabajos en Libia, así como J.B. Ward-Perkins, un historiador y arqueólogo que realizó extensos estudios sobre la arquitectura romana en el norte de África.
Estos expertos han contribuido significativamente al conocimiento y preservación de este importante sitio arqueológico, de tal forma que Leptis Magna puede ser considerada como uno de los sitios arqueológicos romanos mejor conservados en el norte de África.
Sin embargo, la decadencia del Imperio romano también se llevó por delante el esplendor de Leptis Magna. Concretamente, su prosperidad empezó a declinar en el siglo III d.C. debido a la crisis económica y política del Imperio. También fue saqueada por los vándalos en el siglo V d.C. y, posteriormente, sufrió la conquista bizantina y las incursiones árabes. En consecuencia, tiempo después, la ciudad fue abandonada.
Cabe destacar que Leptis Magna fue redescubierta en el siglo XIX y ha sido objeto de excavaciones arqueológicas desde entonces. Actualmente es uno de los sitios arqueológicos más importantes de Libia y está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1982. Sin embargo, a pesar de ser una joya del Imperio, todavía resulta desconocida para muchos.