Esto es lo que hacían los romanos en su tiempo libre: ya no lo hacemos actualmente

En la Antigua Roma tenían una serie de prácticas de ocio que compartían prácticamente todos los ciudadanos independientemente de su posición social como, por ejemplo: todos acudían al teatro, al circo, veían combates de gladiadores, así otros espectáculos que se organizaban para toda la población.

En consecuencia, ¿cuál era el entretenimiento favorito de los romanos en la antigüedad? A continuación te hablamos de aquellas costumbres que tenían los ciudadanos romanos en su tiempo libre. Algunas de estas prácticas las mantenemos en la actualidad (como ir al teatro) y otras se han perdido, como es lógico, como la lucha de gladiadores.

¿Qué hacían los romanos en su tiempo libre?

¿Qué hacían los romanos en su tiempo libre? Mayoritariamente el pueblo romano disfrutaba en su tiempo libre de los espectáculos públicos que se ofrecían en el circo, el teatro o el anfiteatro; y de los baños públicos o termas. Si bien es cierto que algunas de estas costumbres se han mantenido, otras no han perdurado en el tiempo.

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Los juegos en la Antigua Roma de denominaban ludi. Dentro de estos espectáculos existen tres principales: ludi scaenici (teatro, los más baratos y por tanto lo más numerosos), ludi circenses (los conocidas como carreras de carros, las segundas en cuanto a coste y frecuencia) y munera gladiatoria (la lucha de gladiadores donde solía haber fieras y por tanto las más caras y las menos celebradas).

Con respecto a los gladiadores, hay que tener en cuenta que esta era una profesión donde incluso había escuelas gladiatorias. Estos tenían cierto respeto social, algo que no pasaba con los actores que eran considerados parias sociales.

Toda la población romana acudía a estos espectáculos porque eran gratuitos y en épocas de máximo esplendor se celebraron hasta 157 días anuales. Sin embargo, los edificios de espectáculos fueron un microcosmos del mundo romano: cada ordine social (clase social) tenía su sitio en el edificio y solo se relacionaba con los de su mismo grupo.

Esto quiere decir que, si bien es cierto que todos los ciudadanos acudían a estos espectáculos, hay que tener en cuenta que estos se distribuían por zonas en función de su clase social, de tal forma que plebeyos solían ver el espectáculo desde la zona más lejana y agrupados casi de tal forma que apenas cabían. 

Por otra parte, los baños públicos eran también un lugar donde los plebeyos podían relacionarse entre sí, mientras que las personas con mayor rango social y económico tenían sus baños y fiestas privadas (como pasaron a la historia las fiestas eróticas del emperador Calígula).

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En definitiva, los romanos tenían mucho otium (ocio) porque ellos creían en la política de panem et circesem, es decir, si le doy al pueblo "pan y circo" estará contento y no causará problemas.

Hay que tener en cuenta que algunas de estas costumbres perdieron fuerza con la llegada del cristianismo. Desde el siglo III al V se fueron abandonando una gran parte de los edificios de espectáculos hasta la llegada de los "mal llamados" pueblos "bárbaros".