Carlos I de España y V de Alemania,, uno de los reyes más importantes de la historia de España y de Europa, desembarcó por primera vez en la Península Ibérica en la localidad asturiana de Tazones, un pequeño puerto del concejo de Villaviciosa y un pueblo histórico desde aquel 19 de septiembre de 1517.
El hombre más poderoso de la tierra en aquel entonces y futuro emperador del Sacro Imperio Romano Germánico llegaba a España para subir al trono de Castilla y Aragón tras la muerte de su abuelo, el rey Fernando el Católico, en 1516. Sin embargo, el viaje que habían planeado para él no salió como esperaban. De hecho, Tazones no era el lugar escogido para el desembarco.
Carlos V de Alemania y I de España era hijo de Juana I de Castilla, "la Loca", y Felipe el Hermoso. Nació en Gante, en lo que hoy es Bélgica, y fue criado en la corte flamenca. Sin embargo, tras la muerte de su abuelo materno, Fernando el Católico, y de su abuelo paterno, Maximiliano I del Sacro Imperio Romano Germánico, se convirtió en el hombre más poderoso por aquel entonces, en tanto que heredó una amplísima cantidad de territorios en Europa y América.
En consecuencia, tras la muerte de sus abuelos, se puso en marcha el plan de traer a España a Carlos V. Sin embargo, primero hubo que consolidar una serie de alianzas externas con Francia, Roma e Inglaterra. Y posteriormente, una vez elaborado el plan, un barco danés fue el encargado de transportar al monarca hasta la Península Ibérica para acceder al trono español.
El viaje de Carlos V a España comenzó el 8 de septiembre de 1517 e iba acompañado por un numeroso séquito de nobles y consejeros flamencos. Sin embargo, la travesía por el mar Cantábrico se complicó debido al mal tiempo y las embarcaciones fueron desviadas por error hacia la costa asturiana. Finalmente, llegaron a este lugar de Asturias que ya se ha mencionado: el pequeño puerto de Tazones.
El historiador Geoffrey Parker en su biografía sobre Carlos V (Planeta) cuenta algunos detalles sobre cómo se preparó el soberano para este viaje: "Gracias al préstamo de su tío Enrique, Carlos llevaba 40.000 ducados en monedas españolas recién acuñadas en Amberes para sus gastos, aunque al principio encontró poco que comprar."
Además, el historiador explica cómo se produjo este cambio de puerto de llegada. "Los pilotos a bordo de su flato no supieron identificar el puerto de arribada correctamente y Carlos, Leonor y unos cuantos cortesanos desembarcaron en el pequeño puerto de Villaviciosa, en lo que hoy es Asturias, que carecía de las instalaciones necesarias para el manejo de equipaje y provisiones".
Carlos V tenía la intención de llegar a Santander o a otro puerto de mayor importancia. En cualquier caso, los lugareños de Tazones, sorprendidos por la llegada del futuro rey y su comitiva, los recibieron con hospitalidad y, desde entonces, este lugar asturiano adquirió gran importancia histórica.
Según el historiador Claudio Sánchez Albornoz, este viaje a la costa asturiana destaca por ser uno de los tres trayectos en barco que cambiaron la historia de España y del mundo.
Una vez llegaron a Asturias, el viaje a Castilla también se volvió una odisea, sobre todo porque la peste bubónica asolaba la Península Ibérica en ese momento. La travesía continuó con un viaje de Asturias a Cantabria, concretamente a San Vicente de la Barquera, y el monarca cayó enfermo.
Geoffrey Parker cuenta que "los médicos concluyeron que 'la culpa fue la brisa marina' y en lugar de continuar hacia Santander, donde había atracado la flota con el resto de suministros, el rey y su pequeño séquito partieron directamente hacia Castilla, atravesando montañas que alcanzaban los 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar; una decisión insensata en todo caso, pero aún más teniendo en cuenta la frágil salud de Carlos".
Igualmente, el historiador hace referencia a que "los cuatro meses transcurridos entre la salida de Carlos de Gante en junio de 1517 y su llegada a Becerril la víspera de Todos los Santos probablemente fueran los más deprimentes de su vida, aparte de los menos productivos".
En cualquier caso, el desembarco en Tazones es recordado como un momento clave en tanto fue el inicio de un reinado que marcaría la historia de España y Europa durante el siglo XVI. Es conmemorado con diversas actividades y eventos en la localidad, que celebran la llegada de uno de los monarcas.