La civilización romana fue notable por sus numerosos inventos y avances tecnológicos que influyeron enormemente en la vida cotidiana y en la historia. Sin embargo, algunas de sus creaciones resultan menos conocidas que otras que han adquirido mucha popularidad, como pueden ser los acueductos, las carreteras o las cloacas.
En consecuencia, ¿sabías que fueron los romanos los que inventaron la navaja multiusos? Si bien es cierto que existe una creencia en torno a que fueron los suizos quienes la desarrollaron, esto es falso: fueron los romanos los artífices de este invento y así lo demuestra una pieza del siglo III d.C. que se expone en el Museo Fitzwilliam de Cambridge (Reino Unido).
Según indican los investigadores, en la época romana esta navaja multiusos habría sido un objeto de lujo que habría pertenecido a un viajero de clase alta y con dinero. Este llevaría tal artefacto para estar provisto de todo tipo de instrumentos básicos durante su viaje.
Si bien es cierto que comúnmente la navaja está asociada con Suiza debido a los famosos cuchillos suizos, esta tiene un origen mucho más antiguo que se remonta al Imperio romano.
En este sentido, los romanos ya utilizaban una versión temprana de la navaja de bolsillo, una herramienta versátil y práctica que podía cerrarse, lo que la hacía fácil de transportar y utilizar en diversas tareas cotidianas.
De hecho, el diseño que se encuentra expuesto en el Museo Fitzwilliam de Cambridge incluye los siguientes instrumentos básicos: una cuchara, tenedor, espátula, punzón y limpiador de uñas. Además, el material es particular en tanto que está hecha en plata.
En consecuencia, nos encontramos ante un invento de gran antigüedad. De hecho, se cree que los romanos habrían desarrollado versiones primitivas de las navajas plegables hacia el siglo I a.C., estando hechas de bronce o acero.
Sin embargo, una de las primeras navajas plegables conocidas fue descubierta en Cambridge, Inglaterra, un lugar que estaba bajo dominio romano en su época. En este caso, y como ya se ha mencionado, nos encontramos ante un artilugio especial que pone de manifiesto que las navajas no son suizas, sino romanas.
Estas navajas romanas eran usadas para una amplia variedad de situaciones: desde la preparación de alimentos hasta el uso militar. De hecho, se cree que muchos soldados llevarían encima este tipo de instrumentos, teniendo en cuenta que eran portátiles y muy prácticos.
Las navajas empezaron a cobrar importancia debido a que, por su facilidad para plegarse, estas eran mucho más seguras y cómodas de llevar en comparación con los cuchillos fijos.
En este sentido, aunque las navajas romanas no eran tan complejas como lo pueden ser los cuchillos suizos modernos, estas sentaron las bases para el diseño de herramientas portátiles y multifuncionales.
De esta forma, con el paso del tiempo, el diseño romano se fue perfeccionado y evolucionó en otras culturas europeas hasta llegar a lo que conocemos hoy como la navaja suiza, desarrollado en Suiza en el siglo XIX por Karl Elsener.
En conclusión, aunque hoy en día las navajas de bolsillo se asocian con Suiza, los romanos ya habían inventado una versión temprana de este práctico objeto. La navaja romana fue una herramienta avanzada para su tiempo, y su diseño influyó en los desarrollos posteriores de navajas plegables que se han utilizado en toda Europa durante siglos y que encontramos actualmente.