La conquista española del Perú fue un período crucial en la historia del país y tuvo un impacto significativo en su desarrollo posterior. En el momento de la llegada de los europeos, la región estaba dominada por el Imperio inca, que se extendía desde el sur de Colombia hasta el centro de Chile. Esta sociedad prehispánica gobernaba desde su capital, Cusco.
En 1532, el conquistador extremeño Francisco Pizarro lideró la expedición que condujo a la conquista del Perú. Desembarcó en Tumbes con un pequeño grupo de hombres y avanzó hacia el sur.
Sin embargo, la primera urbe española en Perú fue San Miguel, fundada por Francisco Pizarro en 1532 a orillas del río Chira, en el Pacífico Sur, si bien muy pronto debió de cambiar de ubicación, hacia la zona del valle del río Piura, en lo que en la actualidad se conoce como Piura la Vieja. En ese segundo asentamiento, los vecinos y habitantes de lugar vivieron durante casi 40 años.
La ciudad de San Miguel
La ciudad de San Miguel se constituyó en la primera fundación urbana que materializaron los españoles en el Perú. Concretamente, es la primera ciudad fundada por los españoles en Sudamérica. Así lo narraron el historiador Miguel Seminario Ojeda y los cronistas Pedro Cieza de León y Juan de Arce.
Según un estudio del arqueólogo Fernando Vela Cossío, el primer emplazamiento de esta ciudad fue conocido como San Miguel de Tangarará. Sin embargo, no se conoce con certeza cuál debió de ser su localización original.
[Esta fue la primera ciudad fundada por los españoles en México: su curioso nombre]
Posteriormente fue trasladada a un segundo asentamiento, en el Alto Piura, donde se convirtió, entre 1534 y la década de 1570, en un núcleo urbano de cierta relevancia. Vela Cossío también explica que esta ciudad fue bautizada por Francisco Pizarro como "San Miguel" y el topónimo fue completado con el nombre de la población indígena más cercana.
El asentamiento fue más tarde movido a la comarca del Alto Piura por orden del conquistador Diego de Almagro. Se levantó una segunda plaza en la zona que conocemos como Monte de los Padres. Las ruinas de este segundo poblado constituyen probablemente el sitio arqueológico colonial de mayor importancia de Perú: la ciudad de San Miguel en Piura la Vieja.
Se conserva parte de la estructura urbana de esta ciudad colonial. Concretamente, se puede distinguir parte de la plaza Mayor, así como numerosos restos de edificaciones.
Debido a la dureza e inclemencia del clima, la ciudad fue trasladada a un tercer emplazamiento en 1578: en el lugar llamado San Francisco de la Esperanza. Sin embargo, esta plaza también fue dañada por los ataques de los corsarios ingleses Francis Drake en 1579 y Thomas Cavendish en 158. Después de haber ido cambiando de ubicación, finalmente encontró su lugar definitivo.
Actualmente se trata de Tangarará, también llamada San Miguel de Tangarará, una localidad peruana ubicada en la región Piura. El nombre Tangarará tiene su origen en el Curaca Tangar Arac (que quiere decir, "pantano pluvial con peces"), quien gobernaba el pueblo durante la llegada de los conquistadores españoles.
Vela Cossío explica que la importancia de esta primera ciudad de Tangarará tiene que ver con que sirvió como cabeza de puente para la exploración y posterior conquista del territorio. Actualmente, la región de Piura tiene un papel importante en la organización social, económica y política del Perú del siglo XXI
A pesar de que la conquista española provocó la pérdida de la identidad cultural de los pueblos indígenas y la imposición del idioma, la religión y las costumbres españolas, esta también dejó un legado duradero en el país, que se ve reflejado en su cultura, idioma y sociedad actual.