Los puentes son una muestra notable de la ingeniería y la arquitectura de la Antigua Roma. Los romanos construyeron estas estructuras para facilitar el transporte y la expansión de su Imperio, y muchos de ellos aún se mantienen en pie, testimoniando la durabilidad y la sofisticación de sus proyectos.
Son muchos los puentes romanos que se conservan, entre ellos, algunos en España, como es el caso del puente de Alcántara, uno de los más antiguos conservados en la Península Ibérica, que fue construido entre los años 104 y 106.
Sin embargo, ¿sabías que existen puentes romanos más antiguos? Es el caso del puente Fabricio o ponte dei Quattro Capi, generalmente considerado el más antiguo de Roma y que ha mantenido su estructura original.
El puente Fabricio
El puente Fabricio o ponte dei Quattro Capi es un puente construido sobre el río Tíber, en la ciudad de Roma, que data de la época de la antigua República romana. Concretamente, se encuentra justo al lado del antiguo Foro y une el Campo de Marte con el lado este de la isla Tiberina.
Cabe destacar que el nombre de "quattro capi" (cuatro cabezas) es posterior y hace referencia a las dos esculturas de cuatro cabezas de Jano (el dios de las dos caras) que fueron trasladadas desde la iglesia de San Gregorio en el siglo XIV y que actualmente decoran el puente. Estas esculturas están ubicadas en un pilar de la estructura.
Su propósito original era conectar la parte oriental de la ciudad de Roma con la isla Tiberina, facilitando el acceso y el tránsito entre las áreas urbanas separadas por el río que baña la Ciudad Eterna.
Según el historiador y senador romano Dion Casio, este puente fue construido en el 62 a.C. con el objetivo de reemplazar a un primitivo puente de madera que había sido destruido en un incendio.
En consecuencia, el Puente Fabricio es generalmente considerado el puente más antiguo de Roma que ha mantenido su estructura original, una opinión respaldada por numerosos expertos en arqueología, historia y arquitectura romana.