El último día de Numancia según el pincel de Alejo Vera Estaca. 1881

El último día de Numancia según el pincel de Alejo Vera Estaca. 1881 Wikimedia Commons

Historia

Por qué los romanos tardaron tanto tiempo en conquistar toda Hispania

¿Cuántos años tardó Roma en conquistar Hispania? ¿Cuál era el objetivo de los romanos en la Península Ibérica? Respondemos a estos interrogantes.

19 febrero, 2024 15:49
Noelia Gómez Rafael Balbás

El legado que dejó el Imperio romano en Hispania es inmenso, no solo a través de la cultura, teniendo en cuenta que nuestro idioma deriva del latín, sino por la gran cantidad de ciudades y monumentos construidos por ellos que todavía siguen en pie. Es indudable que el embrujo de las águilas de Roma sigue causando admiración incluso hoy en día.

Sin embargo, ¿cuándo invadieron Hispania y cuánto tardaron en conquistarla? ¿Por qué lo hicieron? Y, de la misma manera, ¿cuántos siglos se quedaron? Son muchas las preguntas al respecto.

¿Cuánto tiempo tardaron los romanos en conquistar toda Hispania? 

Los romanos conocieron a la Península Ibérica y a las islas Baleares como Hispania, aunque, a nivel geográfico, era nombrada de muchas maneras diferentes. La región en sí misma estaba dividida en numerosos pueblos que hablaban lenguas y tenían costumbres diferentes. Los pueblos prerromanos más conocidos fueron los galaicos, astures, cántabros, vascones, lusitanos (entre Portugal y Extremadura), celtíberos (en la submeseta norte) e íberos (en las costas levantinas y submeseta sur).

Idealización del ataque con scorpio a Iliturgi (Mengíbar, Jaén).

Idealización del ataque con scorpio a Iliturgi (Mengíbar, Jaén). Reina de Corazones

Todos estos se dividían en diferentes ciudades más o menos influyentes que comerciaban, guerreaban y pactaban alianzas entre sí según sus propios intereses. Así, cuando los romanos desembarcaron en la ciudad griega de Ampurias en el año 218 a.C. no encontraron ninguna autoridad centralizada a la que vencer, sino que tuvieron que hacer frente a cada pueblo de manera individualiza en un complejo encaje de bolillos bélico y diplomático plagado de brutales combates, como los asedios de Numancia (133 a.C.), o traiciones, como el asesinato del caudillo lusitano Viriato ocurrido en el año 139 a.C.

Se considera que Augusto, el primer emperador, terminó de conquistar Hispania después de una brutal guerra de montaña contra las tribus cántabras y astures que finalizaron en el año 19 a.C., con algunos ramalazos más durante los tres años siguientes. Es decir, tardaron unos dos siglos en someter toda la Península.

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¿Por qué invadieron Hispania?

Para sumarle complejidad a este puzzle, hay que contar con la presencia de ciudades orientales pobladas por colonos fenicios (como Cádiz, fundada en el siglo IX a.C.) y la llegada de los cartagineses siglos después. Los púnicos alcanzaron la hegemonía en el Mediterráneo occidental y en el siglo V a.C. intentaron controlar Sicilia, repleta de poleis griegas.

Tal como destaca el historiador José María Blázquez en su manual de protohistoria de España, para nutrir sus ejércitos, los cartagineses reclutaron huestes mercenarias entre los pueblos con los que mantenían contacto, como los libios, númidas, corsos, baleares e íberos. 

Acueducto romano de Tarraco, conocido como el puente del Diablo

Acueducto romano de Tarraco, conocido como el puente del Diablo Wikimedia Commons

Después de siglos de combates, asedios y treguas, los romanos terminaron por intervenir y expulsarlos de Sicilia en la Primera Guerra Púnica (264-241 a.C.). Cartago no se dio por vencida y vio en Hispania el lugar donde redimirse y afianzar su poder. Fundaron la actual Cartagena y mediante pactos y feroces asedios lograron la sumisión de varios pueblos íberos y celtíberos hasta que en el año 219 a.C. el general Aníbal Barca asedió Sagunto, en Valencia.

Para evitar roces, después de la guerra de Sicilia el Senado y el Pueblo de Roma (SPQR) estableció con Cartago una línea divisoria en el río Ebro. A pesar de que Sagunto estaba al sur del río y por tanto en "territorio cartaginés" era aliada de la Urbs y estalló la guerra. Ambas potencias se odiaban mutuamente y la guerra fue feroz. Aníbal se convirtió en el terror de las legiones y acampó frente a Roma, pero en Hispania un ejército romano desembarcó en Ampurias y torció sus planes.

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Aliándose con varios pueblos nativos, las legiones de Publio Cornelio Escipión invadieron la Hispania cartaginesa y castigaron a sus aliados indígenas. El púnico terminaría derrotado en las llanuras africanas de Zama, obligando a Cartago a firmar una humillante paz. Roma ganó las provincias de Hispania Citerior y Ulterior y, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, comenzaron a expandir su influencia para controlar sus ricos recursos económicos. Los más destacados serían sus ricas minas de oro, bronce, plata y hierro, entre otros metales, y sus campos de cultivo, sin olvidar los tributos que obligaban pagar a los pueblos sometidos. 

¿Cuánto tiempo estuvieron los romanos en Hispania?

La presencia romana en Hispania comenzó en el siglo III a.C., cuando los cartagineses se enfrentaron a los romanos en la Segunda Guerra Púnica y, después del gigantesco rodillo militar y cultural, los pueblos prerromanos comenzaron a romanizarse. Una vez pacificada 200 años después de que la bota de las legiones desembarcase en Ampurias, los romanos permanecieron en ella hasta el siglo V d.C. cuando el Imperio, corroído por luchas intestinas, crisis climáticas, económicas e invasiones bárbaras, sucumbió.

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La Hispania romana tuvo en un primer momento dos provincias, la Citerior y la Ulterior. Sin embargo, esto fue cambiando con el paso del tiempo. Así, en el siglo III d.C., bajo el reinado de Diocleciano se dividió en Gallaecia, Tarraconensis, Balearica, Cartaginenesis, Baética y Lusitania, incluyendo además la Mauritania Tingitana, al norte de África. 

Sin embargo, pese a la caída de Roma, las ciudades, su organización y su cultura siguieron presente en la época visigoda. Estos bárbaros se romanizaron entre los hispanorromanos y a pesar de formar su élite, algunas de sus palabras se añadieron al latín vulgar pero terminaron por perder el idioma godo y convertirse al cristianismo católico. Su cultura permaneció y cuando los visigodos dominaron Hispania se diluyeron bajo el influjo de sus pobladores hispanorromanos.