En la antigua Hispania, que abarcaba prácticamente todo el territorio de la actual España y Portugal, los romanos establecieron numerosas ciudades que desempeñaron un papel clave en la romanización de la Península Ibérica. Estos asentamientos fueron fundamentales para la administración, el comercio, la cultura y la integración de las sociedades locales dentro del Imperio romano.

Entre ellas se encontraba Tarraco, una de las ciudades romanas más importantes en Hispania. Este es el nombre antiguo de lo que hoy conocemos como Tarragona, en la comunidad autónoma de Cataluña.

De Tarraco llama la atención el vasto legado arqueológico y el conjunto monumental que ha sobrevivido a lo largo de los siglos. Y de entre las diferentes construcciones que allí se conservan destaca una imponente estructura de época romana: la Torre del Pretorio.

En primer lugar, cabe destacar que Tarraco fue fundada por los romanos en el siglo III a.C. y se convirtió en la capital de la provincia Hispania Citerior (más tarde llamada Tarraconense), de tal forma que jugó un papel clave en la administración y control de los territorios del noreste peninsular.

Tras su fundación, la urbe se consolidó rápidamente como uno de los centros urbanos más importantes de Hispania debido a su puerto, que facilitaba el comercio, así como las conexiones con otras partes del Imperio romano.

En consecuencia, esta antigua Tarraco ha dejado un vasto legado arqueológico, de tal forma que su conjunto monumental fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000. 

Entre algunos de los principales restos romanos que aún se conservan y que permiten tener una idea del esplendor de la ciudad en su apogeo se encuentran el anfiteatro, el circo, el foro, las murallas, el templo de Augusto (teniendo en cuenta que la ciudad floreció bajo el gobierno del primer princeps) o el acueducto de Les Ferreres, conocido también como Puente del Diablo.

Otro de los monumentos más emblemáticos de la antigua Tarraco es la Torre del Pretorio, una construcción romana que formaba parte del Foro Provincial (el complejo administrativo y ceremonial más importante de las ciudades romanas). De hecho, según se cree, esta estructura habría sido construida con el objetivo de unir la parte baja de la villa con la zona del circo, así como con el foro.

La Torre del Pretorio es una estructura rectangular que originalmente fue una de las torres de acceso al foro provincial de Tarraco. En cuanto a su historia, cabe destacar que sus orígenes se remontan al siglo I a.C por lo que tiene más de 2.000 años de historia y aún permanece imponente ante sus visitantes con 26,40 metros de anchura y 23 metros de altura máxima.

Pretorio-Circo. Ayuntamiento de Tarragona

Posteriormente, cabe destacar que la Torre del Pretorio fue transformada en castillo durante la Edad Media. Además, también hizo las veces de cuartel y de cárcel durante época moderna y contemporánea.

En cualquier caso, cabe destacar que uno de los elementos más llamativos de esta torre es el sarcófago de Hipólito, que se encuentra entre sus paredes y que narra en sus cuatro caras el mito griego protagonizado por Hipólito, Teseo y Fedra.

Actualmente, la torre se conserva en buen estado y se puede visitar, de tal forma que ofrece a los visitantes la posibilidad de adentrarse en la historia de Tarraco. Además, comunica con las bóvedas del circo romano.

Pretorio y Circo romano. Turismo de Tarragona

En definitiva, nos encontramos con que la Torre del Pretorio es un monumento destacado en la rica historia de Tarraco, que ilustra el poder y la importancia de esta ciudad en la administración de Hispania.

A lo largo de los siglos, la torre ha tenido múltiples usos y hoy es una ventana hacia el pasado, permitiendo a los visitantes sumergirse en el legado romano de Tarragona. Además, ofrece una panorámica única de la ciudad moderna y de los restos arqueológicos de la antigua Tarraco.