El temporal Gloria está trayendo los días más fríos de todo el invierno. En la calle no queda otra que ponerse capas y capas de ropa y abrigarse todo lo posible. Estaremos deseando llegar a casa y calentarnos pero, para ahorrar en calefacción, no podemos tenerla encendida todo el día, ya que supone un incremento del gasto en nuestras facturas. Para vencer al frío en esos momentos y ahorrar un poco de energía hay una serie de productos que serán tus aliados para mantener la casa aislada del frío y para encontrarnos algo más caldeados.
Chimenea portátil de bioetanol
Este tipo de chimenea o estufa es un sistema térmico relativamente nuevo. Se está empezando a integrar en diseños modernos y en hogares que no tienen mucho espacio pero quieren contar con este elemento. Una de sus principales ventajas es que no necesita obras para colocarla, se puede poner en cualquier lugar. También destaca que no produce olores ni humos ya que su combustible es el bioetanol, un recurso que cada vez se usa más ya que al prender produce una gran fuente de calor, que se extiende en su totalidad por la estancia donde se encuentre la chimenea. En su diseño se incluyen dos paneles que mantienen la llama controlada y está hecha de fibras de cerámica que evitan derrames de combustible, conviertiéndose en un producto seguro.
Calefactores y radiadores eléctricos
Como opción para ahorrar en calefacción o si solo necesitamos caldear una estancia concreta de la casa, podemos utilizar un calefactor de aire o un radiador eléctrico. Los hay de muchos tipos, tamaños y potencias y será muy sencillo elegir el que mejor se adapte a tus necesidades. Es un producto muy útil y fácil de utilizar y mover por cualquier parte de la casa, ya que muchos de ellos son pequeños y compactos y otros están dotados de ruedas. Aquí te proponemos algunos de los mejor valorados del mercado.
Manta de franela y sherpa
Un indispensable en cualquier hogar es una buena manta. Abriga y nos proporciona confort, indicada para los momentos más relajados o para taparnos más aún en la cama. Aquí te ofrecemos una reversible de sherpa y franela que por cualquiera de sus lados es suave, mullida y muy cálida. Puedes elegir entre el tamaño pequeño o grande y en cualquiera de sus estilosos colores. Además, su calidad la hace duradera y se puede lavar a máquina.
Bolsa de agua caliente
Otro clásico 'remedio de la abuela'. Calentar agua e introducirla en una bolsa de goma es una práctica simple pero eficaz. Si eliges una con funda de felpa como esta añadirás un extra de calor y resultará mucho más agradable al tacto. Es perfecta para calentar la cama antes de acostarnos, o para zonas concretas como pies y manos, que tienden a ser más frías, así como para aliviar dolores localizados que se reducen con calor. Con una capacidad de 2 litros, resulta fácil de rellenar y vaciar, el tapón y el cuello son seguros y a prueba de fugas y su funda se extrae para una limpieza más cómoda.
Manta eléctrica
La reina de las mantas es la eléctrica. Une los beneficios de los dos productos anteriores ya que abriga a la vez que calienta nuestro cuerpo u otras superficies sobre las que nos pondremos y es capaz de aliviar dolores puntuales como los musculares. La que te presentamos tiene 3 niveles de temperatura, es transpirable y de tacto suave. Además, cuenta con un sistema de seguridad con protección al sobrecalientamiento y se desconecta automáticamente tras los 180 minutos de uso. Incluye un termostato que es extraíble para poder lavar la manta.
Tiras de sellado
A menudo el frío y el aire se cuelan por rendijas casi invisibles que hay en las juntas de puertas y ventanas. Para reducir esta entrada de agentes externos, una buena solución es sellar bien las partes más problemáticas con unas tiras de espuma de calidad. Este producto ofrece un pegado rápido y resistente y puedes colocar las tiras como mejor se adapten ya que incluye tijeras y la poción de separa las dobles bandas. También te ayudarán a protegerte del polvo, del ruido o de los insectos, además de ganar algún grado más en casa al mejorar el aislamiento y retener el calor interior.
Alfombra y cortinas aislantes
Siguiendo por la línea de aislar del frío, podemos recurrir a alfombras y cortinas gruesas que permitan frenar las bajas temperaturas. El suelo es una de las zonas por las que más calor se pierde y colocar una alfombra de buen grosor y material puede ayudar a mantener algunas estancias más calientes. Lo mismo ocurre con las ventanas. Es conveniente dejarlas expuestas cuando el sol incide directamente en ellas ya que acumularán calor, pero en cuanto la luz comience a desaparecer, los cristales se enfriarán y también pueden transmitir frío al interior. Para ello existen cortinas térmicas que aíslan de la temperatura exterior y ofrecen un ahorro térmico. Además, es ideal para lugares que no disponen de persianas ya que proporciona gran opacidad visual.
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