El día a día con prisas, un descuido, o el 'ya lo haré mañana', hacen que al final descuidemos el estado de nuestro armario y todo esté desorganizado, incluso a montones y sin orden o sin correlación alguna.
Este desorden llamará a más desorden ya que si no encontramos algo o está mal colocado, tendremos que buscar otra opción y así nunca lo colocaremos. Si de verdad te has propuesto ordenar el armario y que luzca como el de la mismísima Marie Kondo, puedes seguir algunas de sus técnicas y otros trucos y consejos que te resumimos a continuación.
Deshazte de lo que no uses
Antes de nada, asegúrate de que tienes tiempo y ganas para hacer la tarea de seguido. Es importante que intentes acabar en el día que empieces, ya que si interrumpes la actividad te costará más terminar. Una vez asegurado este aspecto, lo primero será vaciar todo el armario para ser realmente consciente de lo que tienes y, a partir de ahí, empezar a valorar lo que de verdad necesitas.
Mentalizarte de que existe la posibilidad de donar o tirar tu ropa es un paso importante. Muchas veces la falta de espacio y de orden se debe a la acumulación de prendas que una vez compramos y nunca más volvimos a usar, pero que se guardan ‘por si acaso’. Cuando te hayas deshecho de esos elementos innecesarios verás que el espacio se ampliará y podrás empezar a reorganizar mejor.
El procedimiento viene del ideario de Marie Kondo, una japonesa amante del orden que ha desarrollado el KonMari Method, una forma determinada de ordenar ropa y otros artículos para tener todo bien organizado y ubicado en casa. Escribió un libro sobre el tema e incluso protagonizó su propio programa de Netflix ¡A ordenar con Marie Kondo! en el que ayudaba a familias estadounidenses a instaurar el orden del hogar.
Haz categorías
Por colores, por tipos de prendas, por estilos o temporadas… Elige alguna de estas áreas y coloca los elementos siempre de la misma forma. Así tendrás siempre localizadas las prendas concretas que quieras utilizar dependiendo del momento. También ayudará visualmente a la hora de buscar cualquier cosa y parecerá más ordenado. Los separadores de estantes serán un buen refuerzo en la tarea.
Cuelga solo lo que sea necesario
Las perchas son muy cómodas pero no podemos dejarnos llevar y ponernos a colgar toda nuestra ropa. Intenta que jerséis, camisetas, jeans y otras prendas que no se arrugan con facilidad estén dobladas mejor que en perchas. Por su parte las camisas, blusas, vestidos, americanas o prendas más delicadas sí tienen preferencia para ocupar la barra de tu armario. Si tu estilo o tu trabajo implican tener mucha ropa que necesita estar colgada y no tienes demasiado espacio, una buena solución es hacerte con ganchos para colocar en tus perchas, de forma que podrás sumar una fila vertical de prendas, consiguiendo que por ejemplo, 5 camisas, ocupen el mismo espacio a lo ancho que una sola.
Las baldas y cajas serán tus aliadas
Como hemos comentado antes, doblar es mejor opción que colgar, pero para ello necesitamos espacios y compartimentos que eviten que mezclemos las prendas o las arruguemos al sacar otras. El uso de diferentes cajas y baldas donde colocarlas nos facilitará mucho esta tarea. Te recomendamos usar cestos o cajas de tela de diferentes tamaños y sin tapa, para que tu ropa y complementos estén a la vista. Unido al truco de categorizar tus prendas, te será mucho más cómodo y sencillo tanto guardar las cosas como sacarlas para ponértelas.
Dobla y guarda en vertical como Marie Kondo
Este truco también va en relación con los anteriores. Una vez has seleccionado las prendas que no irán colgadas y las has categorizado, es hora de colocarlas, pero en vez de apilarlas en horizontal, prueba a hacerlo en vertical, así serás más consciente de lo que tienes y además, el espacio se aprovecha mejor y será más fácil sacar las prendas y buscar la que necesites sin necesidad de mover todas las demás. Esta es una técnica indicada para la ropa que coloques en cajas o cajones.
Usa la lógica
Como añadido al resto de consejos, debes recordar que a veces el orden solo es cuestión de colocar con lógica. Por ejemplo: las prendas que más uses a diario deben estar más accesibles. Otras ideas útiles pueden ser utilizar las maletas vacías para guardar elementos como abrigos muy voluminosos, toallas o mantas, colocar los zapatos en plataformas que ocupen poco o en cajas con pegatinas para tenerlos localizados, escoger la ropa del día siguiente por la noche para ahorrar tiempo y no rebuscar a prisa por las mañanas… Puedes utilizar los trucos que te damos y aplicar los tuyos propios para conseguir un armario organizado y con el que te sientas a gusto, cuando lo consigas agradecerás el orden y seguro que logras mantener a raya el caos por mucho más tiempo.
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