La higiene personal es algo que ocupa el día a día de todas las personas y, en ocasiones, hay zonas delicadas del cuerpo que no sabemos muy bien cómo limpiar o en las que utilizamos productos o métodos que no son del todo recomendables pese a las creencias populares.
Esto suele ocurrir a la hora de mantener limpios y sanos nuestros oídos. A menudo pensamos que la cera es algo desagradable y antihigiénico, pero realmente esta sustancia corporal cumple la importante función de proteger el interior del oído y mantener sano el canal auditivo.
Además, esta parte del cuerpo ‘se limpia sola’, ya que los movimientos de la mandíbula al hablar, comer o bostezar hacen que la cera se mueva y envíe cerca del orificio exterior todo lo que sobra.
Con estas consideraciones, en principio no deberíamos limpiar nuestros oídos más allá de la parte exterior de la oreja. Esto pone en tela de juicio el uso de bastoncillos dentro del canal auditivo, ya que no limpian si no que empujan la cera hacia adentro, pudiendo causar tapone y acumulaciones perjudiciales, e incluso corremos el riesgo de perforar el tímpano si lo introducimos más a fondo de la cuenta.
Si eres de los que utiliza este tipo de producto, lo mejor será que te limites a aplicarlo solo por la zona externa de tus orejas si quieres evitar daños y problemas innecesarios.
Por otro lado, hay casos en los que la limpieza del oído por dentro sí es necesaria. Esto ocurre cuando hay excesos de cera y cuando se producen tapones de forma natural, situaciones en las que puedes consultar a un profesional y en las que lo más probable será que te recomienden una irrigación de oído o unas gotas.
Estos tratamientos son mucho más seguros y muestran una gran eficacia a la hora de dejar la zona limpia y sana, ya que hacen que se expulse solo la cantidad de cera necesaria, deshacen los cúmulos y los tapones y permiten incluso una mejor audición, todo ello sin dañar el conducto auditivo si se hace de la manera correcta.
Por ello si sueles sufrir de exceso de cerumen y un profesional te ha dado el visto bueno, te dejamos varias opciones que pueden ayudarte a mantener tus oídos limpios y sanos de forma segura.
Kit limpiador de oídos Tilcare
Este kit es de los más completo en cuanto a lavado por irrigación ya que incluye botella de aerosol, recipiente de lavabo, jeringa con bombilla, curetas, toalla y 30 boquillas desechables, por lo que podrás darte hasta 30 usos y después comprar más boquillas. Este producto es apto tanto para adultos como para niños ya que es suave y, según los usuarios, funciona con facilidad.
Kit de eliminación de cera de oídos Nuaer
Una opción similar a la anterior ya que ayuda a eliminar los tapones y excesos de cera mediante la aplicación de agua tibia por bombeo y también incluye diferentes herramientas y complementos que te ayudarán a hacer el proceso más sencillo todavía.
Spray de higiene Audimer
Como última recomendación te dejamos este práctico spray para los oídos, con una solución natural a base de agua marina que ayuda a eliminar el exceso de cera y prevenir los tapones, haciéndola fluida y facilitando su expulsión natural. Es un método delicado y eficaz que no hace falta utilizar a diario, solo cuando notes que lo necesites.
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