Familias, pequeñas empresas, autónomos... al margen del coste en vidas que está provocando el covid-19, son muchos los sectores de nuestra sociedad amenazados por las consecuencias económicas de la pandemia. Es una crisis inédita por su origen e incierta en cuanto a su alcance real, pero la verdad es que ya, a día de hoy, hay personas que han perdido su empleo y negocios que han visto muy mermados sus ingresos, lo que compromete su supervivencia.
En este contexto de urgencia, la banca cooperativa Cajamar está desarrollando una intensa actividad para paliar los efectos de la crisis a distintos niveles. Con motivo del decreto del estado de alarma y todas las restricciones de movimiento y limitación comercial e industrial relacionadas, la entidad activó desde el comienzo líneas especiales de préstamos personales para aliviar las necesidades de liquidez de sus clientes.
Soluciones de financiación
El objetivo de estos créditos es que los clientes puedan hacer frente a pagos de facturas o de impuestos en condiciones similares a las de períodos de normalidad. Además, tienen un periodo de carencia de capital de hasta un año y un plazo de amortización de hasta cinco.
En paralelo, Cajamar también suscribió la línea del Instituto de Crédito Oficial (ICO) de 400 millones de euros específica para empresas y autónomos del sector turístico. Estas ayudas, que se agotaron en un solo día, alcanzaron negocios dedicados al ocio tan heterogéneos como hoteles, parques de atracciones, museos, salas de espectáculo, etc. Muestras, algunas impensables, que traslucen la profundidad de la crisis que atravesamos.
Entre líneas de financiación propias y del ICO, Cajamar gestiona en la actualidad más de 40.000 operaciones de empresas, pymes y autónomos que se han acogido a estas soluciones. Además, también ha ofrecido a sus clientes tarifas personalizadas para devolución de cheques y pagarés, eliminando y reduciendo las comisiones de los TPV de acuerdo a su actividad y ampliando la financiación para exportaciones e importaciones, entre otras medidas.
Por otra parte, la entidad también ha activado medidas para reducir los problemas de los colectivos y la población más vulnerables. Entre ellas, destaca la moratoria que está ofreciendo a las familias y profesionales con dificultades para pagar su hipoteca, el aplazamiento sin coste de las rentas de alquiler de activos adjudicados y el adelanto de prestaciones por desempleo o el anticipo, sin coste alguno, del desempleo a los clientes afectados por un ERTE mientras dure su tramitación. Son, en definitiva, soluciones directas que buscan paliar el sufrimiento de una crisis que nos afecta a todos y en la que cada gesto cuenta para superarla.